Expresidente hondureño extraditado a Nueva York
El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández aterrizó el jueves por la noche en Nueva York esposado y escoltado por agentes de la ley de Estados Unidos mientras era extraditado para ser juzgado por narcotráfico.
A su llegada, Hernández fue alojado en un centro de detención federal en Brooklyn para pasar la noche.
Se dice que Hernández recibió millones de dólares estadounidenses de carteles de la droga, incluido el del Chapo Guzmán, a cambio de operar en Honduras con “total impunidad”.
Hernández, de 53 años, ha sido procesado por delitos de drogas y armas. “Hernández abusó de su posición como presidente de Honduras… para operar el país como un narcoestado”, dijo a los periodistas el fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland. Con sus acciones, el expresidente convirtió a su país en un “narcoestado”.
Un fallo de la Corte Suprema de Honduras a fines de marzo abrió el camino para que Hernández, quien se desempeñó como presidente desde 2014 hasta enero de este año, sea extraditado para enfrentar cargos en un tribunal de Nueva York.
Hernández, quien alguna vez fue considerado un aliado clave de Estados Unidos en la guerra contra las drogas, “participó en una conspiración corrupta y violenta de tráfico de drogas para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a Estados Unidos”.
El expresidente, que perdió su inmunidad después de entregar el poder a Xiomara Castro el 27 de enero, ha negado todos los cargos, diciendo que son parte de un complot orquestado por enemigos que intentan vengarse de él.
Damian Williams, fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, dijo el jueves por la noche que Hernández estaba involucrado en “corrupción desenfrenada y tráfico masivo de cocaína” que desató la violencia en el país centroamericano.
Algunos hondureños celebraron el arresto de Hernández en febrero tras la solicitud de extradición de Estados Unidos.
La mayoría de las acusaciones contra Hernández surgieron durante los juicios en Nueva York contra Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano del presidente y él mismo excongresista hondureño, y Geovanny Fuentes Ramírez, quienes ahora cumplen cadena perpetua.
La familia del expresidente dijo en un comunicado que estaban “preparados y confiados en que podremos demostrarle al sistema de justicia estadounidense que estas acusaciones son un complot de venganza de los narcos hondureños cuyo imperio de crimen y violencia destruyó Juan Orlando”.