El expresidente peruano Alejandro Toledo, acusado de recibir USD $35 millones en sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, llegó este domingo a Perú tras ser extraditado por los Estados Unidos. Está recluido en la cárcel para cumplir 18 meses de prisión preventiva.
Toledo estuvo recluido en el penal de Barbadillo, ubicado en el distrito de Ate, en Lima.
El presidente, que gobernó Perú entre 2001 y 2006, intentó en varias ocasiones impedir su extradición a su país.
Sin embargo, el miércoles, el juez de California Thomas Hixson negó su solicitud de permanecer en América del Norte y le ordenó que se entregara al Servicio de Alguaciles de EE. UU., una agencia federal que se especializa en rastrear fugitivos.
Según la decisión del juez, Toledo será enviado a una cárcel del condado de San Mateo mientras espera la extradición.
“Le pido a la justicia peruana que no me maten en la cárcel, que me dejen pelear mi caso. Nunca he recibido un solo dólar mal habido”, dijo esta mañana Toledo a la agencia EFE.
De acuerdo a a Perú21dos funcionarios de Interpol Perú viajaron a California para recibir a Alejandro Toledo, antes de trasladarlo en avión a Perú, donde enfrentará un juicio por corrupción.
Toledo huyó de Perú tras negarse a cumplir 18 meses de prisión preventiva ordenada por un juez.
El expresidente está bajo arresto domiciliario en California desde 2019, luego de que se enviara una solicitud de extradición a Estados Unidos en mayo de 2018.
Toledo ha sido acusado de recibir sobornos de hasta 35 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht y gastarlos en lujosas compras de bienes raíces.
Sin embargo, el político ha negado las acusaciones y siempre ha señalado que es víctima de persecución política.
El escándalo de Odebrecht ha envuelto a toda la región latinoamericana, así como a países más lejanos de África y Europa.
Fiscales alrededor de Latinoamérica y Estados Unidos han descubierto tratos ilegales hasta los más altos niveles de poder en hasta 16 países. Los sobornos de Odebrecht han engrasado las campañas presidenciales y reforzado las carreras a cambio de contratos de construcción en los países afectados.
En Perú, Alejandro Toledo no es el único investigado. El expresidente Ollanta Humala y la líder opositora Keiko Fujimori, hija del expresidente caído en desgracia Alberto Fujimori, también están bajo investigación.