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MANILA: El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., aprobó la recomendación del Ministerio de Economía de extender hasta finales del próximo año tasas arancelarias más bajas sobre el arroz y otros alimentos para ayudar a combatir la inflación, dijo su oficina el domingo (19 de diciembre).
Las tarifas modificadas aprobadas en 2021 debían expirar a fines de este año, pero una tasa de inflación que alcanzó máximos de 14 años justificó una extensión de la suspensión de tarifas hasta el 31 de diciembre de 2023.
Eso significa que la tasa arancelaria para el arroz importado se mantendrá en 35 por ciento, mientras que los gravámenes a la importación de maíz y productos porcinos se mantendrán entre 5 y 15 por ciento y entre 15 y 25 por ciento, respectivamente, dijo la oficina del secretario de prensa en una declaración.
El arancel para las importaciones de carbón, un combustible clave en la generación de energía, se mantendrá en cero más allá de fines del próximo año, pero se revisará periódicamente.
«A través de esta política, aumentaremos nuestros suministros domésticos de alimentos, diversificaremos nuestras fuentes de alimentos básicos y moderaremos las presiones inflacionarias derivadas de las restricciones de suministro y el aumento de los precios internacionales de los insumos de producción», dijo el secretario de Planificación Económica, Arsenio Balisacan, en el comunicado.
Con un 8,0 por ciento en noviembre, la inflación de precios al consumidor está muy por encima del rango objetivo del banco central filipino de 2 por ciento a 4 por ciento para este año y el mediano plazo.
La inflación vertiginosa ha llevado a Bangko Sentral ng Pilipinas (BSP) a subir las tasas de interés siete veces este año y marcar un mayor endurecimiento en 2023 para que la inflación vuelva a estar dentro de su objetivo.
«Estamos decididos a dirigir la economía filipina para alcanzar el objetivo de crecimiento económico del 6,0% al 7,0% para 2023», dijo Balisacan.
