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El 2 de abril, Finlandia elegirá un nuevo parlamento, que determinará el destino de la miembro del Consejo Europeo y primera ministra de centro-izquierda, Sanna Marin. Las encuestas actuales sugieren que la coalición del gobierno de Marin del Partido Socialdemócrata, el Partido del Centro, los Verdes, la Izquierda y el Partido Popular Sueco liberal defenderá su mayoría. Sin embargo, el partido KOK de centro-derecha es el partido más fuerte en las encuestas.
Nuestra opinión:
Es poco probable que el actual gobierno de cinco partidos continúe después de las elecciones de abril. Hay demasiada desconfianza, especialmente entre los Verdes y el Centro, que ha visto caer su apoyo en picada. En consecuencia, Marín perdería su puesto.
El ganador más probable de las elecciones sería el Partido de la Coalición Nacional (NCP), liberal-conservador. El gobierno sería una coalición azul y roja del NCP y los socialdemócratas junto con los Verdes y el Partido Popular Sueco. Juntos tendrían una cómoda mayoría de alrededor de 117-120 escaños en el parlamento de 200 escaños, y el presidente del Partido de la Coalición Nacional, Petteri Orpo, es un candidato probable para el puesto de primer ministro.
Si el partido nacionalista finlandés, actualmente tercero en las encuestas, puede superar a los socialdemócratas, el resultado podría ser un gobierno de derecha con los socialdemócratas en la oposición.
El tema de los altos niveles de deuda pública es algo a tener en cuenta. El Ministerio de Hacienda ha estimado que la situación presupuestaria anual debería mejorar en al menos 9.000 millones de euros durante las próximas dos legislaturas. Tenga en cuenta que esta estimación no incluye el costo de las costosas medidas de apoyo que el gobierno está preparando actualmente para ayudar a los hogares que luchan con las altas facturas de energía. Eso significará tanto recortes como aumentos de impuestos, siendo ambas medidas políticamente difíciles.
Hay mucho en juego en estas elecciones. Si la Coalición Nacional gana las elecciones, como se ve en este momento, el próximo gobierno podría ser más abiertamente pro-nuclear y facilitar nuevas inversiones, especialmente tecnologías emergentes.
Una cosa es segura: Finlandia estará en contra de una nueva deuda conjunta de la UE, sin importar qué partidos estén en el gobierno.
