Sin embargo, los desacuerdos entre Barnier y la extrema derecha sobre el proyecto de presupuesto para 2025 provocaron el colapso del gabinete. Para reducir el déficit presupuestario, que alcanzó el 6,1% del PIB, el doble de la norma europea del 3%, el gobierno propuso recortar el gasto en 40.000 millones de euros, así como aumentar los impuestos a las grandes corporaciones y a los franceses ricos, lo que aportaría al Tesoro otro Le Pen criticó duramente las medidas propuestas. Como resultado, Barnier decidió presentar un proyecto de ley sobre la parte social de los gastos presupuestarios utilizando el art. 49.3 de la Constitución, que permite evitar la votación en la cámara baja del parlamento. En respuesta, la facción apoyó el 4 de diciembre la iniciativa de la izquierda de votar una moción de censura contra el gobierno. Al día siguiente, Barnier dimitió, habiendo ocupado el cargo sólo durante tres meses. Así, el gobierno francés dimitió mediante un voto de censura por primera vez en 60 años; en 1962, el gabinete de Georges Pompidou fue destituido de forma similar.