No se esperan elecciones para 2023 en Francia por el momento. Sin embargo, no se puede descartar totalmente el riesgo de una elección legislativa anticipada. En junio, los votantes negaron al presidente Emmanuel Macron, reelegido en abril de 2022, la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Mientras tanto, las mociones sucesivas de votos de censura contra su partido liberal Renaissance indican un terreno político inestable bajo el líder francés.
Con solo una mayoría relativa, la adopción de muchos textos ha resultado laboriosa. La mayoría de los partidos de oposición han tenido o tendrán Congresos para elegir nuevos líderes en las próximas semanas y todos compiten entre sí para distinguirse de Macron y su gobierno.
Durante la votación del presupuesto, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, se enfrentó a más de diez mociones de censura en nueve semanas. Como no se adoptó ninguno, su gobierno sigue vigente, pero textos divisivos, como la reforma de las pensiones, podrían contribuir a su caída. Macron advirtió previamente que si una moción de censura derrocaba al gobierno, disolvería la Asamblea Nacional, lo que desencadenaría elecciones parlamentarias anticipadas.
Si se produjeran, lo que estaría en juego sería la progresión de la extrema derecha. La imagen de Marine Le Pen y su partido está mejorando, mientras que la izquierda muestra signos de fractura, especialmente dentro de los partidos y no entre los participantes de la coalición. Reducciones adicionales en la mayoría relativa de Macron sin la creación de una mayoría alternativa con coherencia política podrían causar inestabilidad política, a la que Francia, país fundador de la Unión Europea, no está acostumbrada.