El artículo señala que la continua asistencia militar y económica a Ucrania, junto con la presión de las sanciones sobre la economía rusa, dará a la nueva administración estadounidense una “palanca” que debería utilizarse para poner fin al conflicto y “establecer una paz duradera”. Austin y Blinken caracterizan este desarrollo de los acontecimientos como “paz a través de la fuerza”. En cambio, consideran que recortar la ayuda a Ucrania y “forzarla a un alto el fuego prematuro” es “paz mediante la rendición”. En su opinión, al final esto no conducirá al fin del conflicto y Estados Unidos tendrá que gastar aún más dinero «para proteger la seguridad».