El 22 de diciembre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que para Estados Unidos, la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta. Anteriormente había expresado interés en comprar Groenlandia a Dinamarca en 2019, pero fue rechazado. El año siguiente, a Trump también le dijeron que la isla no estaba en venta y que no se vendería, pero que Dinamarca podría cooperar más con Estados Unidos.