SAO PAULO: Un instituto brasileño de investigación del café ha iniciado una etapa decisiva en un proyecto de dos décadas para desarrollar variedades de café arábica que sean naturalmente descafeinadas, un desarrollo que los investigadores creen que podría tener un potencial comercial significativo.
El programa se está desarrollando en el Instituto Agronómico de Campinas (IAC), un centro líder en investigación del café que ha proporcionado muchas de las plantas de café de alto rendimiento que han ayudado a Brasil a convertirse en una potencia en el mercado mundial del café, suministrando más de un tercio de el comercio.
Investigadores del IAC dijeron que están iniciando pruebas de campo regionales de algunas de las variedades que han estado desarrollando durante varios años al cruzar diferentes plantas de café que naturalmente tienen un contenido muy bajo de cafeína, utilizando el banco de germoplasma en sus instalaciones.
De tener éxito, las variedades resultantes podrían encontrar un nicho de mercado en regiones de gran consumo como Europa y Estados Unidos entre consumidores que las preferirían en lugar de las marcas descafeinadas actuales que son el resultado de procesos químicos o industriales.
Las empresas que venden café descafeinado también podrían beneficiarse con costos reducidos, ya que podrían omitir los procesos industriales para eliminar la cafeína de las variedades de café regulares.
“Los resultados que hemos tenido hasta ahora parecen prometedores, estamos optimistas”, dijo Julio César Mistro, investigador que supervisa el proyecto en el IAC.
Algunos de los clones desarrollados en el centro están siendo plantados en diferentes regiones de Brasil. Los cafetos suelen tardar de dos a tres años en producir los primeros frutos, por lo que aún quedan algunos años hasta que los investigadores puedan cosechar ese café y probarlo.
El consumo de café descafeinado representa alrededor del 10 por ciento del mercado en Estados Unidos, según datos de la Asociación Nacional del Café (NCA).
Aunque muchos beben café buscando específicamente el impulso de energía proporcionado por la cafeína, algunas personas son intolerantes o prefieren tener «descafeinado» más tarde en el día para evitar posibles interrupciones del sueño.