Un migrante de 39 años fue encontrado muerto el viernes (23 de agosto) después de que la guardia costera griega abriera fuego contra un barco que transportaba migrantes frente a la isla de Symi, en el este del mar Egeo, dijeron las autoridades.
En un comunicado, la guardia costera dijo que el hombre murió «probablemente por una bala» y que se dispararon al motor fuera de borda del barco migrante en un intento de inmovilizarlo después de que ignoró las advertencias de detenerse.
Se ha iniciado una investigación, dijo a Reuters un funcionario de la guardia costera, sin dar más detalles. Una fuente con conocimiento de la investigación dijo que un fiscal griego también había ordenado la detención del oficial de la guardia costera que disparó y la confiscación de esa arma.
La embarcación, que transportaba a 14 inmigrantes (ocho hombres, una mujer y cinco menores) había abandonado las costas cercanas de Turquía y había entrado ilegalmente en aguas territoriales griegas, dijo la guardia costera.
Cuando fue localizado por una patrulla de guardacostas, el barco aumentó la velocidad y no respondió a las advertencias visuales y auditivas, indicó la guardia costera. Luego realizó maniobras peligrosas, acercándose al barco de la guardia costera y poniendo en riesgo la vida de los miembros de la tripulación de la guardia costera, agregó.
“Se realizaron disparos de advertencia para evitar un riesgo inmediato al buque guardacostas y su tripulación… y posteriormente se realizaron disparos dirigidos al motor fuera de borda con el objetivo de inmovilizar la lancha rápida”, indicó el comunicado de los guardacostas.
Se cree que el migrante muerto era de Kuwait. Dos hombres fueron arrestados por sospecha de tráfico de personas.
Grecia ha sido una puerta de entrada privilegiada a la Unión Europea para migrantes y refugiados de Oriente Medio, África y Asia desde 2015, cuando casi un millón de personas desembarcaron en sus islas, provocando una crisis humanitaria sin precedentes. Miles de personas más han muerto en el mar.