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HRW critica al presidente argentino por su blandura con respecto a Venezuela
La cercanía de Alberto Fernández con los movimientos de bienestar social buscaría apaciguar a CFK
El presidente argentino, Alberto Fernández, ha sido fuertemente criticado por Human Rights Watch (HRW) por su postura con respecto al líder venezolano Nicolás Maduro y el historial poco claro de su gobierno al respecto.
Fernández había argumentado que “cuando sentí que los derechos humanos estaban en riesgo en Venezuela, le pedí a Naciones Unidas que investigara, y gracias a Dios votamos así porque las cosas en Venezuela han mejorado mucho, y esas denuncias ya no existen”.
La jefa de HRW, Tamara Taraciuk, se preguntó en las redes sociales si el enfoque de Fernández sobre la cuestión venezolana se deriva de “ignorancia o selectividad”. La posición de HRW se basó en documentos de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena en dos ocasiones Michelle Bachelet, quien ya anunció que no buscará otro mandato en el cargo.
Horas antes de la declaración de Fernández, Bachelet se refirió a una investigación que su equipo realizó en Venezuela, según la cual equipos de la ONU habrían constatado varias “restricciones al espacio cívico y democrático” en el país.
La exjefa de Estado chilena dijo estar “preocupada” por esta situación y detalló que entre “marzo de 2021 y abril de este año” su equipo “documentó 166 restricciones indebidas, entre ellas estigmatización, criminalización y amenazas contra voces disidentes”.
“Mi oficina documentó 34 casos de hostigamiento, censura y confiscación de equipos de medios, así como casos de bloqueo de sitios web de medios”, agregó Bachelet.
En tanto, las acciones del presidente Fernández tienen como objetivo complacer a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK), según un analista político en Buenos Aires.
Presidente Fernández visitó a Milagro Sala en Jujuy (lea también: https://es.mercopress.com/2022/06/29/presidente-argentino-visita-a-lidera-social-condenada-hospitalizada). Luego pidió a la Corte Suprema que revoque las condenas de Salas, que el jefe de Estado calificó de «tonterías», al tiempo que insistió en que Salas fue víctima de la guerra de leyes (una estrategia mediante la cual los casos judiciales se utilizan como arma entre alianzas políticas rivales) y sugirió una indulto.
“Es obvio que Milagro Sala es una dirigente cristinista y que ese enfoque sería del agrado de Cristina Kirchner”, escribió en TN el columnista Adrán Ventura, al tiempo que insistió en que Alberto Fernández transmitía a la sociedad el mensaje de que “Cristina Kirchner es la principal víctima del lawfare y la Corte debe defenderla”.
Ventura planteó entonces la duda de si Alberto Fernández se atrevería a indultar a CFK si es condenada en alguno de los tantos casos en su contra y agregó que, de llegar a serlo, “sería un escándalo”.
Alberto Fernández estaría buscando así un acercamiento a CFK en medio de crecientes rumores en Buenos Aires de que los kirchneristas de línea dura impulsarían una catástrofe económica que requeriría la destitución de Alberto y el regreso de CFK a la Casa Rosada, todo lo cual genera un deja-vu sobre los tiempos. cuando los ex presidentes Raúl Alfonsín y Fernándo de la Rúa se vieron obligados a salidas anticipadas. La propia CFK estuvo a punto de alcanzar ese umbral, pero la idea de promover al entonces vicepresidente Julio Cobos (de la UCR de la oposición) mantuvo a raya a los traficantes de crisis peronistas.
Con la inflación creciendo hora a hora y la paridad entre el peso argentino y el dólar estadounidense fuera de control en sentido contrario al registrado en la mayoría de los países latinoamericanos, cualquier cosa puede pasar.
