Inflación mensual de Argentina por encima de Venezuela en 2022
Se espera que el índice de precios al consumidor (IPC) de Argentina para el mes de febrero de 2022 se ubique en torno al 3,9%, mientras que el de Venezuela estaría por debajo de la mitad, en 1,7%, se informó.
Después de años de hiperinflación, Venezuela está comenzando a ver caer su IPC y los precios subieron un 246% durante el año pasado, mientras que la inflación anual de Argentina fue de alrededor del 55%, según la medición. Aún así, esa tendencia está comenzando a cambiar y Argentina ahora parece estar lista para convertirse en el país número uno del mundo con la peor inflación.
En el primer bimestre de 2022, Venezuela ha reportado un aumento de precios del 6,6%, mientras que economistas argentinos proyectan que la cifra local rondará el 7,9%, aunque aún no se conocen las cifras oficiales.
Venezuela había anunciado en diciembre que había superado el período de hiperinflación luego de cuatro meses consecutivos de inflación de un dígito luego de alcanzar esa categoría en 2017 cuando registró una inflación de 56,7% solo en el último trimestre de ese año. Según el Banco Central de Venezuela (BCV), la inflación anual en ese entonces llegó a 862,6% y al año siguiente a 130.060%. Pero ahora, la última vez que Venezuela registró una variación mensual superior al 50% fue en diciembre de 2020. Con una inflación anual ahora por debajo del 50%, la situación se considera solo como “inflación alta”.
El 1,7% de febrero proviene del Observatorio Financiero de Venezuela (OVF), un organismo independiente integrado por expertos alternativo al oficial. El índice BCV publicado dos días antes se ubicaba en 2,9%, aún por debajo de los resultados proyectados por Argentina. El BCV midió un 9,79% acumulado en los primeros dos meses de 2022.
La inflación mensual registrada en febrero por el OVF es la sexta inflación consecutiva de un dígito, “exclusivamente por la apreciación del bolívar frente al [US] dólar.»
Venezuela aplicó en los últimos años una importante reducción del gasto del Estado, restricciones al crédito bancario y menor gasto en bolívares para mantener la estabilidad del tipo de cambio. En 2017, el déficit fue del 20% del PIB.
El Gobierno venezolano también decidió terminar con el subsidio a las gasolinas, flexibilizar los controles de precios y abrir el mercado cambiario, lo que se ha traducido en la llegada de bienes importados. También facilitó algunas manufacturas locales.
“La política de intervención del BCV durante febrero se reflejó en una caída de 3,3 por ciento en el tipo de cambio. Así, el BCV perdió en febrero reservas internacionales por 36 millones de dólares, a pesar de los altos precios del petróleo”, prosiguió el OVF.
Mientras tanto, la inflación en Argentina no muestra signos de desaceleración, aunque el lugar de Venezuela como la economía con la inflación más alta del mundo aún no ha sido cuestionado. Según el BCV, 2021 cerró con una inflación anual de 686,4%, aún lejos de los registros argentinos.