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Un nuevo informe de Human Rights Watch (HRW) sobre el conflicto en el este de la República Democrática del Congo pide al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que agregue a los líderes del grupo armado M23 y a los funcionarios ruandeses que los respaldan a la lista de sanciones existente del Consejo.
“Los implacables asesinatos y violaciones del M23 se ven reforzados por el apoyo militar que los comandantes ruandeses brindan al grupo armado rebelde”, dijo Clémentine de Montjoye, investigadora sobre África de HRW. “Tanto el Congo como Ruanda tienen la obligación de responsabilizar a los comandantes del M23 por sus crímenes junto con cualquier oficial ruandés que los apoye”.
El informe detalla evidencia de homicidios ilegítimos, violaciones y otros crímenes de guerra desde fines de 2022. HRW afirma que el M23 “parece ser responsable de las fosas comunes que contienen decenas de cuerpos” encontradas en Kishishe en la provincia de Kivu del Norte, vista arriba. Se cree que los cuerpos son de civiles y milicianos asesinados entre noviembre de 2022 y abril de 2023.
También dice que las fuerzas congoleñas en la región han estado colaborando con los combatientes del M23 en un conflicto étnico en evolución.
HRW dice que basó su informe en 81 entrevistas con congoleños víctimas de abusos, funcionarios electos, funcionarios de la ONU y más. “Human Rights Watch también verificó, utilizando imágenes satelitales, fotos y videos, el bombardeo y la destrucción de infraestructura civil. La mayoría de los abusos documentados tuvieron lugar entre noviembre de 2022 y marzo de 2023”, dijo la ONG internacional.
HRW dijo que los líderes del M23, hablando la semana pasada con su personal, han negado que las fuerzas del M23 hayan cometido algún delito.
“La Unión Africana y las Naciones Unidas deberían intensificar los esfuerzos para ayudar al gobierno congoleño a proteger mejor a los civiles en riesgo de ataque”, dijo de Montjoye. “Las Naciones Unidas deberían imponer sanciones específicas a quienes ayudan al M23 y otras fuerzas abusivas. Los gobiernos extranjeros que actualmente brindan asistencia militar a Ruanda deben reconocer que ellos también pueden ser cómplices de las atrocidades de los rebeldes”.
Imagen: HRW/Foto privada
