TOKIO: Japón está viendo cómo se cumplen las condiciones para que el banco central normalice la política monetaria, dijo a Reuters el peso pesado del partido gobernante Katsunobu Kato, subrayando el creciente apoyo político a nuevas subidas de tipos de interés.
Pero Kato dijo que el Banco de Japón (BOJ) debe vigilar de cerca las condiciones económicas y coordinar cuidadosamente con el gobierno para determinar cuándo subir las tasas.
«Japón está pasando a una era en la que los precios y los salarios aumentan, desde una era en la que ambos apenas se movieron», dijo Kato, ex secretario jefe del gabinete y veterano del partido gobernante visto por algunos analistas como un candidato a convertirse en el futuro primer ministro.
«Por lo tanto, es natural que la política monetaria vuelva al estilo original en el que las tasas de interés se mueven en territorio positivo reflejando la función del mercado», dijo a Reuters en una entrevista el viernes.
«La clave para la decisión de aumentar realmente las tasas de interés es la economía de Japón, especialmente el consumo, que no es necesariamente fuerte».
Cuando se le preguntó si el yen estaba demasiado débil, Kato dijo que estaba más preocupado por el impacto del yen débil sobre la inflación que por sus niveles.
«En los últimos dos años, el público ha sufrido claramente el aumento de la inflación», añadió.
Los comentarios de Kato resaltan el creciente enfoque del partido gobernante en el creciente costo de vida, impulsado en parte por el yen débil, que puede ayudar al BOJ a defender el aumento de las tasas de interés aún más.
El Banco de Japón puso fin a ocho años de tasas de interés negativas en marzo ante las crecientes perspectivas de que la inflación alcance de manera duradera su objetivo del 2 por ciento, ayudada por el aumento de los salarios.
Desde entonces, el banco central ha señalado que es probable que se produzcan más aumentos de tipos, consolidando las expectativas del mercado de otro aumento de los costos de endeudamiento para fin de año.
Aumentos de tipos más rápidos de lo esperado podrían frenar las caídas del yen.
El yen débil ha inflado los costos de importación de materias primas, lo que a su vez ha perjudicado el consumo y creado dolores de cabeza para las autoridades que buscan apuntalar una frágil recuperación económica.
La reciente debilidad del yen refleja no sólo el amplio diferencial de tasas de interés entre Japón y otros países, sino también cambios estructurales en la economía japonesa, dijo.
Dado que muchas empresas japonesas han trasladado su producción al extranjero, un yen débil ya no provoca un fuerte aumento de las exportaciones, dijo, y llamó a la necesidad de que Japón revitalice su economía atrayendo inversiones del exterior.