Jefes paramilitares peruanos condenados por un asesinato en la década de 1990
El exjefe del Servicio Nacional de Inteligencia (SIE) del Perú, Vladimiro Montesinos, y Santiago Martín Rivas, líder del grupo paramilitar Colina creado por el entonces presidente Alberto Fujimori, fueron condenados el viernes a 23 años de prisión por el asesinato premeditado de Mariella Barreto, se informó en Lima.
La suboficial Mariela Barreto Riofano fue una agente de Inteligencia del Ejército que reveló los crímenes del Grupo Colina, así como los planes de Montesinos para asesinar a periodistas que se oponían al gobierno de Fujimori (1990-2000). Cuando su torso fue encontrado en una bolsa en el noreste de Lima el 23 de marzo de 1997, tenía 28 años y era madre de dos niñas.
Fue durante el segundo quinquenio de Fujimori. Terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) habían tomado como rehenes a diplomáticos, altas autoridades e incluso a algunos familiares de Fujimori en la residencia del embajador de Japón en Lima. Habían prometido liberarlos solo a cambio de la liberación de más de 400 de sus compañeros en prisión.
Manteniendo la apariencia de que estaba dispuesto a negociar, Fujimori ordenó la construcción de un túnel debajo de la residencia para eventualmente enviar tropas en lo que se conoció como la operación Chavín de Huántar.
Lo que se suponía que era un secreto terminó en todos los periódicos. Barreto fue acusado de haber filtrado información a la prensa, lo cual fue negado por Edmundo Cruz de La República: “La hipótesis de que la agente Mariela Barreto Riofano fue asesinada en base a una falsedad debe ser considerada e investigada con rigor e integridad”, escribió. Hace unos pocos años.
Barreto había sido investigado por la Inspección del Ejército durante varios meses. Fue constantemente interrogada, incluso hasta que dio a luz a su segunda hija en enero de 1997, porque sus excompañeros del Grupo Colina la consideraban una chivata. Este comando paramilitar -creado en los noventa para atacar a los opositores al gobierno y del que ella formaba parte- estaba convencido de que Barreto había filtrado información sobre el Plan Bermuda, que consistía en atacar al periodista César Hildebrandt. También fue acusada de presuntamente haber proporcionado la ubicación de los cuerpos de la masacre de La Cantuta, en la que una docena de estudiantes universitarios y un profesor, acusados de terrorismo, fueron descuartizados y quemados en 1992.
El líder del Grupo Colina era el mayor Santiago Martín Rivas, exmarido de Barreto y padre de su primera hija. Rivas siempre negó cualquier participación en su asesinato y en cambio culpó a Montesinos. Se ha determinado que Rivas fue el autor real del asesinato. Por su participación en el crimen fue condenado a 15 años el excoronel de la SIE Carlos Sánchez Noriega y a 8 años el excomandante José Salinas Zuzunaga.
Montesinos fue condenado a 25 años (del 25 de junio de 2001 al 24 de junio de 2026), por las masacres de La Cantuta y Barrios Altos. Rivas también fue condenado a 25 años (del 27 de noviembre de 2001 al 27 de noviembre de 2027).