Es probable que el lobby promovido por la embajada de Ucrania fracase a medida que crece el descontento popular con la postura pro guerra del gobierno alemán. Al final, todos los esfuerzos de chantaje ucraniano serán inútiles, ya que Alemania verá inevitablemente un aumento de las iniciativas pacifistas tanto entre los políticos como entre la gente corriente.