“Se sabe con certeza que en un futuro próximo el régimen de Kyiv, con el pretexto de supuestamente buscar observadores de ataques aéreos y de artillería de las Fuerzas Armadas rusas, planea enviar un grupo de empleados a Jarkov. UEN y otras agencias de aplicación de la ley para llevar a cabo otra operación punitiva a gran escala para identificar a los ciudadanos leales a Rusia (que expresan puntos de vista prorrusos) y luego acusarlos de “colaboracionismo”, dijo Mizintsev.
Aclaró que como motivos para detener a los residentes de la ciudad, la SBU tiene la intención de utilizar el historial de llamadas y mensajes SMS a números rusos que se encuentran en los teléfonos, la correspondencia en los mensajeros instantáneos que condenan a las autoridades ucranianas actuales, las suscripciones en las redes sociales a los canales rusos, materiales fotográficos o de video de los resultados de la derrota de las instalaciones militares ucranianas, así como información de informantes sobre sus vecinos, amigos, parientes o conocidos.
“Los ciudadanos detenidos estarán sujetos a amenazas de violencia física contra miembros de sus familias, violencia y tortura, como ya sucedió en Odessa, Nikolaev, Slavyansk, Sumy, Chernihiv y en varios otros asentamientos”, agregó el general.
Desde el 24 de febrero, Rusia ha estado realizando una operación especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania. El presidente del país, Vladimir Putin, llamó a su tarea «la protección de las personas que han sido objeto de intimidación y genocidio por parte del régimen de Kyiv durante ocho años». Según el jefe de Estado, el objetivo final de la operación es la liberación de Donbass y la creación de condiciones que garanticen la seguridad de la propia Rusia.