TOKIO: El crecimiento de la actividad fabril de Japón alcanzó un mínimo de 20 meses en septiembre, ya que las empresas lucharon con una desaceleración global y la presión de los altos precios de la energía y las materias primas que se vio exacerbada por un yen débil.
El índice de gerentes de compras (PMI) manufacturero de au Jibun Bank Flash Japan cayó a un 51,0 desestacionalizado en septiembre desde el final del mes anterior de 51,5.
La cifra principal marcó la expansión más lenta desde enero de 2021, aunque se mantuvo por encima de la marca de 50 que separa la contracción de la expansión.
Se vio afectado por la producción en apuros y los nuevos pedidos en general, los cuales se contrajeron por tercer mes consecutivo. Los nuevos pedidos se redujeron al ritmo más rápido en dos años.
«El crecimiento general sigue siendo moderado debido a que las presiones inflacionarias y el deterioro del crecimiento económico mundial pesan sobre la actividad tanto en el sector manufacturero como en el de servicios», dijo Joe Hayes, economista senior de S&P Global Market Intelligence, que compila la encuesta.
El optimismo sobre las condiciones para el próximo año disminuyó en septiembre, llegando a su nivel más bajo en cinco meses, en parte debido a la fuerte depreciación del yen debido a la creciente divergencia en la política monetaria entre Japón y Estados Unidos.
«La notable debilidad que hemos visto… en lo que va del año en el yen continúa aumentando las presiones sobre los precios, y las empresas luchan por trasladar completamente estas cargas de costos más altos a los clientes», dijo Hayes.
El índice PMI de servicios flash de au Jibun Bank volvió a expandirse, llegando a un 51,9 desestacionalizado en septiembre desde el 49,5 final de agosto, también mostró la encuesta.
El PMI compuesto flash de Japón de au Jibun Bank, que se estima utilizando tanto la fabricación como los servicios, también volvió a crecer, aumentando a 50,9 desde el final del mes anterior de 49,4, mostró.