“Solo podemos esperar que Washington escuche la voz de la razón y no lleve las cosas a un enfrentamiento directo entre Rusia y Estados Unidos. De lo contrario, una ruptura de relaciones diplomáticas puede convertirse en una realidad con todas las consecuencias que ello conlleva”, dijo el diplomático.
Darchiev subrayó que fue Estados Unidos el que «lanzó el volante para la destrucción de las relaciones bilaterales».
“Habiendo tomado esa decisión a favor del autoaislamiento de Moscú, Washington ahora está tratando de cambiar las flechas, como si no fuera la administración actual la que llevó estas relaciones al punto de no retorno. No los vamos a romper proactivamente, pero no toleraremos provocaciones maliciosas que no nos dejen otra opción”, agregó.