La Comisión Europea dijo el lunes (29 de abril) que recaudaría aproximadamente 900 millones de euros vendiendo algunos de sus edificios mientras busca reducir su espacio de oficinas en una cuarta parte.
Los 23 edificios serán adquiridos por el fondo soberano belga que planea renovarlos para que sean más sostenibles y luego volver a ponerlos en el mercado como negocios y viviendas.
Bruselas quiere transformar el Barrio Europeo, donde se encuentran la mayoría de las instituciones de la UE, para que sea más amigable para la gente, con menos atmósfera estéril de vidrio y acero.
Se han elaborado planes para hacer de la zona un lugar donde «los edificios de oficinas coexistan armoniosamente con las viviendas, el comercio minorista y el ocio», según una declaración conjunta de la Comisión y el gobierno de Bélgica.
Habría «espacios públicos relajantes con más vegetación y más espacio para la movilidad activa» que aumentarían el atractivo cultural y residencial del distrito, dijo.
El interés del gobierno belga al hacerlo es “anclar” las instituciones de la UE en la ciudad y hacer que la capital sea “aún más internacional, moderna y verde”.
Para la comisión, la venta persigue el objetivo de ocupar menos edificios y más eficientes energéticamente, ya que su necesidad de espacio para oficinas disminuye y más personal trabaja desde casa parte del tiempo.
«La venta nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos de reducir el número de edificios en un 50% y nuestra superficie en un 25%», afirmó el comisario de Presupuesto y Administración de la UE, Johannes Hahn.