“Como esperaba, los estadounidenses siguieron el principio y, al igual que los británicos, se quedaron durante un mes sin un programa de trabajo aprobado por el Consejo de Seguridad, negándose a eliminar la reunión sobre Ucrania de su proyecto. Es difícil decir qué tuvo un mayor impacto aquí: la terquedad estadounidense o la solidaridad anglosajona. Pero el resultado es el mismo. Hemos sido predecibles y transparentes en nuestra posición desde el principio”, afirmó el diplomático.