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Roula Khalaf, editora del FT, selecciona sus historias favoritas en este boletín semanal.
En un solo día, muchos de los principales mercados bursátiles de Asia perdieron todas las ganancias del año. La caída récord del lunes en varios índices de referencia no fue provocada únicamente por los temores de recesión derivados de los débiles datos estadounidenses y el fortalecimiento del yen. La creciente propiedad extranjera de los fabricantes de chips de Asia (resultado de un auge mundial de la inteligencia artificial que duró un año) es la causa de la notable volatilidad en estos mercados.
El índice bursátil de referencia de Japón, el Nikkei 225, se desplomó un 12,4% el lunes después de caer un 5,8% el viernes, lo que lo convirtió en su peor caída de dos días en la historia, con las operaciones de futuros suspendidas brevemente por los disyuntores. En Corea del Sur, donde también se suspendieron las operaciones de los mercados de efectivo y futuros Kospi y Kosdaq, el índice de referencia Kospi cayó un récord, un 8,8%. El índice Taiex de Taiwán cayó un récord del 8,4%.
En parte, la culpa la tuvieron las débiles cifras de empleo publicadas el viernes en Estados Unidos y los consiguientes temores de una recesión. En Japón, los precios de las acciones también han estado bajo presión desde que el banco central subió su tipo de interés de referencia el miércoles. El yen se ha fortalecido más de una décima parte frente al dólar estadounidense en el último mes, lo que ha provocado la desmantelación de las operaciones de carry trade en yenes, en las que los inversores piden préstamos en yenes para invertir en activos de mayor rendimiento, lo que también ha contribuido a la venta masiva.
Pero el fabricante de chips de la región cepoque registró algunas de las mayores pérdidas el lunes, muestra que hay otras dinámicas en juego. Las acciones de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, el mayor fabricante de chips del mundo, cayeron un récord del 9,8 por ciento, justo por debajo del límite diario del 10 por ciento. Las acciones de Samsung Electronics de Corea del Sur y SK Hynix cayeron aproximadamente un 10 por ciento. En Japón, su par Renesas cayó un 15 por ciento, mientras que el fabricante de equipos para chips Tokyo Electron cayó un 18 por ciento, lo que elevó las caídas al 40 por ciento durante el último mes.
El impacto en los mercados más amplios se ve agravado por la gran participación de estas empresas en los mercados locales. TSMC, por ejemplo, representa casi un tercio del índice Taiex. Samsung Electronics es el mayor componente del índice Kospi.
La compra de empresas fabricantes de chips de Asia por parte de inversores extranjeros alcanzó un récord este año, ya que se consideró que el sector era el principal beneficiario del auge mundial de la inteligencia artificial. La propiedad extranjera representa alrededor de tres cuartas partes de las acciones de TSMC que cotizan en la Bolsa de Taipei. En el caso de Samsung Electronics y SK Hynix, esa participación también ha superado el 50 por ciento.
El lunes, los inversores extranjeros vendieron acciones coreanas por valor de más de 1.000 millones de dólares, y Samsung por sí sola se llevó la mayor parte de esa cantidad. TSMC ya había visto señales de éxodo durante el mes pasado.
El cambio abrupto de tono de esta base de inversores significa que mientras el sentimiento global siga siendo incierto, la volatilidad para los fabricantes de chips y los mercados de valores de Asia seguirá siendo alta.