TOKIO: La inflación básica al consumo de Japón se aceleró por cuarto mes consecutivo en agosto y se situó cómodamente por encima del objetivo del 2 por ciento del banco central, mostraron datos el viernes, lo que mantiene vivas las expectativas de nuevas alzas de las tasas de interés.
Los datos llegan horas antes de que el Banco de Japón concluya su reunión de política monetaria de dos días, en la que se espera ampliamente que mantenga las tasas de interés estables en el 0,25 por ciento.
El índice básico de precios al consumidor, que excluye los volátiles costos de los alimentos frescos, subió un 2,8 por ciento en agosto respecto del año anterior, coincidiendo con la previsión mediana del mercado. El aumento siguió a un 2,7 por ciento en julio.
Un índice independiente que excluye los costos de los alimentos frescos y del combustible, que el Banco de Japón analiza con atención como un mejor indicador de la inflación impulsada por la demanda, subió un 2,0 por ciento en agosto respecto del año anterior. En julio, el índice subió un 1,9 por ciento.
«Si bien el yen se ha fortalecido fuertemente en las últimas semanas, creemos que tomará al menos medio año para que los menores costos de insumos se trasladen a los precios al consumidor», dijo Marcel Thieliant, director de Asia-Pacífico en Capital Economics.
«En consecuencia, la inflación subyacente debería permanecer alrededor del 2 por ciento durante los próximos meses, lo que provocaría otro aumento de tasas por parte del Banco de Japón en su reunión de octubre», dijo Thieliant.
El BOJ puso fin a las tasas de interés negativas en marzo y aumentó las tasas de interés de corto plazo al 0,25 por ciento en julio, con la opinión de que la inflación estaba en camino de alcanzar su objetivo del 2 por ciento en los próximos años.
El gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, ha subrayado la disposición del banco a aumentar aún más las tasas si la inflación alcanza de forma duradera su objetivo acompañada de un sólido crecimiento salarial.
La inflación básica al consumo de Japón ha superado el 2 por ciento del BOJ durante más de dos años, ya que el aumento de los costos de importación de materias primas, debido en parte a la debilidad del yen, impulsó a las empresas a subir los precios.
En las proyecciones actuales realizadas en julio, el BOJ espera que la inflación básica al consumidor alcance el 2,5 por ciento en el año que termina en marzo de 2025, antes de desacelerarse al 2,1 por ciento en el año fiscal 2025 y al 1,9 por ciento en 2026.