TOKIO: Los precios mayoristas de noviembre de Japón aumentaron un 9,3 por ciento respecto al año anterior, mostraron datos el lunes, una tasa de aumento que casi no cambió con respecto al mes anterior y mostró signos iniciales de un pico de inflación en medio de la relajación de los precios mundiales de las materias primas.
Fue el vigésimo primer mes consecutivo en mostrar un aumento anual en los precios mayoristas.
Si bien los costos de los alimentos y la energía continuaron aumentando, los datos pueden ofrecer cierto alivio para la economía de Japón, que depende casi por completo de las importaciones de combustible y materias primas.
El aumento en el índice de precios de bienes corporativos, que mide los precios que las empresas cobran entre sí por bienes y servicios, superó las previsiones del mercado con un aumento del 8,9 %, pero estuvo ligeramente por debajo del aumento anual revisado del 9,4 % observado en octubre.
El índice, en 118,5, alcanzó su nivel más alto.
El índice de precios de importación basado en el yen en noviembre fue un 28,2 % más alto que el año anterior, una fuerte desaceleración desde el aumento anual revisado de octubre del 42,3 %, según datos del Banco de Japón (BOJ). La moneda se ha recuperado de mínimos de varias décadas, moderando los aumentos en los costos de importación.
«Las empresas estaban trasladando el aumento de los costos de las materias primas para una amplia gama de productos. Pero algunos productos sufrieron el impacto de la reciente relajación de los precios mundiales de las materias primas», dijo un funcionario del BOJ en una sesión informativa.
Los precios de los productos del petróleo y el carbón subieron un 0,5 por ciento en noviembre con respecto al año anterior, desacelerándose desde una ganancia revisada del 2,8 por ciento en octubre, mostraron los datos.
Los precios de los productos químicos y la chatarra también registraron aumentos moderados, lo que refleja el debilitamiento de la demanda de China, mostró.
Los precios mundiales de las materias primas y la debilidad del yen, que aumenta el costo de las importaciones, han estado elevando la inflación mayorista y al consumidor de Japón, una tendencia que preocupa a los políticos que podría dañar la frágil recuperación económica de Japón.