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El 29 de agosto, un niño albino fue secuestrado y su madre de 21 años fue asesinada en la remota aldea de Ambatolampy, en el sureste de Madagascar. En los últimos años se ha visto un aumento en los asesinatos de albinos en la isla, y las partes de sus cuerpos se utilizan a menudo en rituales y ceremonias. El crimen desencadenó un motín local, con una multitud enfurecida asaltando la estación de policía local para matar a los sospechosos detenidos. Los agentes del orden dispararon contra la multitud y mataron a unas 20 personas. ¿Por qué los residentes querían tomarse la justicia por su mano? ¿Quiénes son los secuestradores? Informa nuestra corresponsal Gaëlle Borgia.