“Según el análisis de la información disponible públicamente, parece razonable concluir que la pandemia de COVID-19 probablemente fue el resultado de un incidente relacionado con la investigación”, dice el informe. Sin embargo, el documento también señala que la nueva información que pueda publicarse y estará disponible para su verificación «puede cambiar esta evaluación».
El comité también enumeró una serie de preguntas sin resolver, cuyas respuestas, en su opinión, ayudarán a sacar una conclusión más definitiva sobre el origen del coronavirus. En particular, estamos hablando de qué tipo de animal es el huésped intermediario del SARS-CoV-2 y cuándo infectó a una persona por primera vez, dónde se encuentra el reservorio viral y cómo el coronavirus adquirió sus características genéticas únicas.
Por su parte, el jefe de las tropas de protección radiológica química y biológica de las Fuerzas Armadas rusas, teniente general Igor Kirillov, informó que Ministerio de Defensa La Federación Rusa está considerando la posibilidad de que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) esté involucrada en el surgimiento de un nuevo coronavirus. En este sentido, la Vicepresidenta de la Duma Estatal Irina Yarovaya instó OMS para iniciar una investigación sobre las actividades de los biolaboratorios militares de EE. UU., señalando que EE. UU. «ha estado realizando deliberadamente un desarrollo encubierto de patógenos peligrosos durante mucho tiempo».
Más temprano, la comisión sobre el coronavirus de la revista médica británica Lancet publicó un informe basado en dos años de trabajo, en el que afirmaba que no excluía el origen de laboratorio de la COVID-19. En relación con la publicación del informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que continúa buscando la fuente de origen del virus SARS-CoV-2.
Al mismo tiempo, Profesor Asociado del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de la Amistad de los Pueblos de Rusia (Universidad RUDN) Sergey Voznesensky dijo a RIA Novosti que la propagación del coronavirus en todo el mundo, la falta de medicamentos altamente efectivos y su mortalidad relativamente baja generan dudas sobre la teoría del origen artificial del SARS-CoV-2, mientras que el desarrollo del COVID-19 pandemia encaja en la evolución natural del virus.