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Las autoridades checas, finlandesas y húngaras lograron desmantelar una red criminal sospechosa de operar una red internacional de prostitución de la que, según informes, muchas víctimas y perpetradores eran de la República Checa, informó Europol esta semana.
Las víctimas, en su mayoría de la República Checa, fueron traficadas con fines de explotación sexual en Finlandia y otros países escandinavos. Durante la operación, coordinada por Europol y Eurojust, la policía arrestó a 13 personas e identificó a más de 90 víctimas, dijo Europol en un comunicado.
Los agentes también incautaron 200.000 euros en efectivo, cuatro coches de lujo, tres apartamentos, 40 teléfonos móviles, cuatro ordenadores portátiles, cuatro tabletas, una escopeta y munición. También se congelaron ocho cuentas bancarias.
“La investigación sobre los resultados de esta operación aún está en curso, ya que se contaron en total más de 400 víctimas de nacionalidad checa, húngara y rumana”, agregó Europol.
Los miembros de la red criminal checa, que se cree que ganaron al menos 3,3 millones de euros, actuaron como coordinadores y ofrecieron servicios a las víctimas en sitios web.
“Los perpetradores podían fichar a las víctimas con anticipación, mientras que los sistemas de rotación -también conocidos como ‘sex tours’ o ‘carruseles’- permitían ofrecer a las víctimas explotadas en varios lugares”, describió la organización policial.
La investigación sobre la red criminal bien organizada, capaz de operar de forma remota desde varios lugares, pero principalmente en la República Checa y Finlandia, comenzó en agosto de 2021.
De acuerdo con la Agencia de noticias checaJaroslav Ibehej, portavoz del Centro Nacional Checo contra el Crimen Organizado (NCOZ), dijo recientemente que la policía checa estaba procesando a ocho personas en relación con la organización y operación de servicios sexuales en la República Checa y Finlandia.
La policía checa dijo que los perpetradores transportaban a las mujeres a lugares de prostitución en Chequia o Finlandia, publicitaban sus servicios en portales eróticos de Internet, se comunicaban con sus clientes y pagaban su alojamiento y vuelos al extranjero. Los perpetradores también dividieron parte de las ganancias de las niñas entre ellos.
(Ondřej Plevák | EURACTIV.cz)
