No podemos arriesgarnos a otro verano de luchas internas por las fronteras de Europa. Es por eso que necesitamos, ante todo, soluciones europeas para abordar los desafíos evidentes de migración y asilo que enfrenta Europa, y no estrategias ‘trumpistas’, escribe Stéphane Séjourné.
Stéphane Séjourné es el presidente del Grupo Renew Europe en el Parlamento Europeo.
Renew Europe lideró el año pasado la negociación de una Hoja de Ruta Conjunta entre el Parlamento Europeo y el Consejo, para deshacer el bloqueo e implementar el Pacto de Migración y Asilo antes de que finalice el mandato parlamentario. Este es, con razón, un tema prioritario para los líderes de la UE en el Consejo Europeo de esta semana.
Nuestro mensaje a los votantes es claro: escuchamos sus preocupaciones sobre la migración y estamos actuando en consecuencia. Responsabilidad y Solidaridad deben ir de la mano. Con la guerra en Ucrania que merece nuestra atención constante, no podemos arriesgarnos a otro verano de luchas internas por las fronteras de Europa.
Sí a retornos sostenibles y eficientes, sí a una frontera bien gestionada, sí a una política europea de asilo que funcione. Pero recordemos también que al abordar los desafíos de la migración y el asilo, los políticos tienen la responsabilidad de hacer campaña sobre este tema con madurez política, respeto y seriedad.
En los últimos días, solo ha habido una frase en labios de los eurodiputados de izquierda y derecha en Bruselas: ”Construir un muro”.
Una estrategia con tintes ‘trumpistas’ que se parece mucho al oportunismo electoral corre el riesgo de bloquearlo todo hasta las elecciones europeas de 2024, y además es ineficaz en la realidad. Brexit nos mostró que los enfoques populistas pueden tener consecuencias no deseadas.
El EPP, impulsado por el deseo de asegurar lealtades políticas a la extrema derecha, ha decidido exigir a la Unión Europea que financie la construcción de muros en sus fronteras exteriores para luchar contra la inmigración ilegal.
De repente, se acabaron los debates serios y fundamentales sobre las bases de datos mutualizadas. ¡No más debates sobre los criterios comunes de asilo! Construye un muro, o no.
Si este es el estándar del debate, entonces uno se pregunta si estas dos grandes fuerzas políticas europeas no tienen ningún deseo de encontrar puntos en común entre ellos y entre los países del Norte y del Sur, después de todo.
La búsqueda de un compromiso sobre la reforma corre el riesgo de verse eclipsada por las grandes frases y las fórmulas chocantes. El grupo Renew Europe fue el único que defendió un enfoque transparente que combinaba un mayor control de las fronteras exteriores con una mejor recepción de los refugiados.
Pero, ¿por qué Manfred Weber, líder de la derecha europea, desató tal choque?
Él, que hace unos años se burló del muro de Trump, sabe muy bien que la idea de un muro así es un elemento de bloqueo en muchas capitales. Pero el olor a combustible electoral es demasiado atractivo.
En otras palabras: exigir tal muro es garantizar que el sistema de asilo y migración nunca se reformará a nivel europeo. Hablar sólo del muro es por tanto mantener un dramatismo, que conviene a la estrategia electoral de la derecha.
Están convencidos de que las elecciones europeas se jugarán en temas migratorios. ¿Por qué solucionar un problema que es combustible electoral?
Seamos claros: aunque siempre favoreceremos las soluciones europeas frente a las nacionales, no queremos prohibir que un país construya un muro o una valla en su frontera con un tercer país. Pero, ¿deberían estas iniciativas ser financiadas por el presupuesto europeo? Absolutamente no.
El proyecto europeo debe consistir principalmente en derribar muros y crear caminos eficientes y legales, no en construir otros nuevos.
Por supuesto, Europa debe ayudar financiera y humanamente a los estados en la línea del frente, pero el presupuesto colectivo tiene sentido para enviar más guardias fronterizos a través de Frontex, para proporcionar a los países centros de recepción y bases de datos adecuados para monitorear a las personas que llegan al territorio.
Este no es el primer tema sobre el que tenemos profundos desacuerdos en todo el hemiciclo. Pero nuestra fortaleza como parlamentarios europeos es que, al final, casi siempre encontramos el camino a seguir. Sin reforma, aumentan los flujos ilegales y se multiplican los dramas humanos.
Es hora de que la estrategia de la derecha quede expuesta como lo que es: una maniobra política.
Quizás entonces, ante un muro de consternación, sus líderes regresen a la mesa de negociaciones con ganas de tender puentes. En lugar de retórica y cuentos de hadas, Renew Europe se centrará en resultados concretos.