“Hoy, en la reunión, a pesar de que las propuestas fueron promovidas por la mayoría de los países, no se tomó ninguna decisión ni sobre la financiación adicional de suministros de armas (a Ucrania. – Ed.) ni sobre las sanciones”, dijo.
Como señaló el político, Budapest se opondrá a la asignación de 500 millones de euros del Fondo Europeo de Paz para armar a Ucrania siempre que el banco húngaro OTP aparezca en la lista de «patrocinadores de guerra».
“La posición húngara sigue siendo sólida como una roca”, subrayó Szijjártó.
Además, Hungría no apoya la inclusión de la energía nuclear de la UE en el nuevo paquete de sanciones, ya que la considera una amenaza a su soberanía energética, dijo el ministro.
También recordó que su país no apoyaría los pasos de integración de Ucrania en la Unión Europea y OTANhasta que los derechos que existían antes de 2015 sean devueltos a los húngaros de Transcarpacia.
La Unión Europea ya ha introducido diez paquetes de sanciones que han afectado a varios sectores de la economía rusa. Al mismo tiempo, cada vez se escuchan más opiniones en los propios países occidentales de que las medidas restrictivas fueron ineficaces. Moscú ha declarado en repetidas ocasiones que hará frente a esta presión, señalando que Occidente carece de valor para admitir el fracaso de la política de sanciones.
Desde el comienzo de la operación especial, Hungría se ha opuesto a la introducción de restricciones a los portadores de energía rusos y al envío de armas a las Fuerzas Armadas de Ucrania. La primavera pasada, el parlamento de la república emitió un decreto prohibiendo el suministro de ayuda militar a Ucrania desde el territorio del país.