BRUSELAS: Grupos de presión que representan a aerolíneas, hoteles y minoristas han instado a los reguladores tecnológicos de la Unión Europea a garantizar que Google tenga en cuenta sus opiniones, y no sólo a los grandes intermediarios, al realizar cambios para cumplir con normas tecnológicas históricas.
El grupo Airlines for Europe, que tiene como miembros a Air France KLM y al propietario de British Airways, IAG, el grupo hotelero Hotrec, el European Hotel Forum, EuroCommerce, Ecommerce Europe y Independent Retail Europe habían expresado en marzo su preocupación por el impacto de las nuevas normas.
La Ley de Mercados Digitales (DMA) de la UE impone una lista de lo que se debe y no se debe hacer a Google y otros cinco gigantes tecnológicos con el objetivo de brindar a los usuarios más opciones y a los rivales una mejor oportunidad de competir, pero los grupos expresaron su preocupación de que los ajustes podrían afectar sus ingresos.
En una carta conjunta dirigida el 22 de mayo a la jefa antimonopolio de la UE, Margrethe Vestager, y al jefe de industria de la UE, Thierry Breton, dijeron que sus preocupaciones han aumentado desde entonces.
«Nuestras industrias tienen serias preocupaciones de que las soluciones y requisitos actualmente considerados para implementar la DMA puedan aumentar aún más la discriminación», escribieron.
«Las observaciones iniciales indican que estos cambios corren el riesgo de agotar gravemente los ingresos por ventas directas de las empresas al dar más importancia a poderosos intermediarios en línea debido al trato preferencial que recibirían», dijeron.
La Comisión, que ahora está investigando a Google por posibles violaciones de DMA, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Google, que en una publicación de blog en marzo dijo que los cambios en los resultados de búsqueda dan a los grandes intermediarios y agregadores más tráfico y menos a hoteles, aerolíneas, comerciantes y restaurantes, no hizo comentarios inmediatos.
«Nos preocupa que la investigación de incumplimiento se refiera sólo a la necesidad de tratar los servicios de terceros de manera justa y no discriminatoria, sin ningún reconocimiento de las empresas europeas que también ofrecen sus servicios en Google», dijeron los grupos.