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DESACELERACIÓN DE CHINA
Independientemente de quién gane las elecciones estadounidenses, el 13 por ciento de las empresas japonesas están considerando reducir sus operaciones en China, mientras que el 3 por ciento está buscando expandir sus negocios y el 47 por ciento planea mantener su exposición actual, mostró la encuesta.
Entre los que están pensando en reducir sus operaciones en China, el 35 por ciento dijo que no veía perspectivas de recuperación económica, el 29 por ciento citó la dura competencia de precios y otro 29 por ciento señaló los riesgos de seguridad económica como razones para recortar.
La economía de China creció mucho más lento de lo esperado en el segundo trimestre y sus exportaciones aumentaron a su ritmo más lento en tres meses en julio, lo que aumentó las preocupaciones sobre las perspectivas de su vasto sector manufacturero.
Entre las principales empresas japonesas que han anunciado recortes en sus operaciones en China en los últimos meses se incluyen Honda Motor y Nippon Steel.
La encuesta también mostró que el 24 por ciento de los encuestados consideraba apropiadas las recientes rondas de intervención en el mercado cambiario por parte de las autoridades japonesas, en comparación con el 9 por ciento que consideró que las medidas eran inapropiadas y el 64 por ciento que creía que eran inevitables.
El yen siguió cayendo a principios de este año a pesar de las intervenciones en abril y mayo, tocando un mínimo de 38 años de 161,96 por dólar el 3 de julio. Se sospecha que las autoridades japonesas intervinieron nuevamente a mediados de julio para poner un piso al yen.
«La extrema debilidad del yen tenía que ser corregida. No se podía hacer nada al respecto», dijo un funcionario de una empresa de electrónica.
Cuando se les preguntó si el Banco de Japón debería aumentar las tasas de interés para apuntalar el yen, el 51 por ciento dijo que tal medida se permitía sólo cuando los tipos de cambio fluctuaban excesivamente, mientras que el 22 por ciento dijo que no apoyaba un cambio de política monetaria destinado a afectar el mercado cambiario.
En cuanto a las expectativas sobre el yen, el 32 por ciento cree que cotizará en un rango de ¥145 a ¥150 por dólar a fin de año, mientras que el 25 por ciento predijo que la moneda japonesa se mantendría más firme en ¥140 a ¥145, mientras que el 22 por ciento cree que cotizará entre ¥150 a ¥155.
Durante el período de la encuesta, el yen se mostró volátil y alcanzó su nivel más alto desde principios de año antes de revertir su rumbo. Desde entonces ha seguido debilitándose.
