BEIJING: Los gobiernos locales chinos han comenzado a comprar casas para reducir el alto stock de viviendas sin vender, según un periódico estatal, adoptando un nuevo enfoque después de que una serie de políticas de estímulo inmobiliario no lograron impulsar la frágil demanda.
El mercado inmobiliario de China profundizó su caída en los últimos meses con caídas en los precios, las ventas y la inversión en agosto, mientras que las prolongadas restricciones por el COVID-19 y un boicot hipotecario en todo el país han empañado aún más las perspectivas.
Los compradores de viviendas se han movido con cautela a pesar de que más de 200 ciudades han tomado medidas para impulsar la demanda, ofreciendo subsidios, descuentos para compras grupales, pagos iniciales más pequeños y recortes en las tasas de interés hipotecarias.
Ahora, la ciudad oriental de Suzhou planea comprar alrededor de 10.000 unidades de viviendas en sus 10 distritos, informó el jueves el Securities Times.
Las ventas de viviendas por superficie construida en Suzhou, supervisadas por una encuesta privada, aumentaron un 126,88 % intermensual en septiembre. Una fuente de la industria citada por el periódico dijo que las propiedades compradas por el gobierno de la ciudad podrían ser parte del aumento.
Otras ciudades chinas han hecho movimientos similares. Una empresa propiedad de la ciudad oriental de Jinan planea comprar 3.000 viviendas, y Handan, en el norte, comprará viviendas a promotores inmobiliarios para asentar a los residentes desplazados en algunos proyectos de renovación urbana.
Los analistas dijeron al periódico que las medidas podrían ayudar a reducir el inventario de viviendas y apuntalar la confianza, pero un impulso al mercado inmobiliario requerirá la confianza de los compradores de viviendas a largo plazo.