Los líderes de la Unión Europea decidieron por unanimidad otorgar a Ucrania y Moldavia el estatus de candidatas a la UE antes de la presidencia checa de la UE. Marcando un paso fundamental en el viaje de los dos países hacia lazos más estrechos con la UE, ¿qué sigue en la agenda para el papel de la República Checa como respuesta a la crisis de la UE?
A pocos días de la decisión crucial de los líderes de la UE, el Ministro de Asuntos Exteriores checo Jan Lipavski, esbozó las prioridades de la próxima presidencia de la UE. Asumiendo sus seis meses a partir de julio, la República Checa está lista para cumplir con sus responsabilidades y sus principales prioridades políticas en medio de la guerra de Rusia en Ucrania.
En consecuencia, es fácil deducir que Ucrania representará una prioridad clave en la agenda. Además de gestionar la agenda de seguridad energética de la UE y trabajar para acabar con la dependencia del gas, el petróleo y el carbón rusos, la presidencia tendrá como objetivo gestionar la crisis de los refugiados y la recuperación de la posguerra de Ucrania. Esto incluye llegar a un consenso sobre la concesión del estatus de candidato a Ucrania, que los líderes de la UE lograron antes de tiempo.
¿Que sigue?
Otorgar el estatus de candidato a los dos países representa un hito clave en su camino hacia lazos más estrechos con la UE. Huelga decir que el reconocimiento del estatus de candidato no garantiza la futura pertenencia a la UE, pero representa un poderoso paso simbólico que eventualmente podría conducir a implicaciones prácticas sustanciales. Hay un largo camino por recorrer y cumplir los criterios para la adhesión a la UE no es fácil. La adhesión a la UE requiere reunión Criterios de Copenhague, que puede ser difícil de cumplir, especialmente para los países con democracias muy jóvenes y economías de mercado emergentes. En el caso de Ucrania y Moldavia, las negociaciones de adhesión podrían llevar años, si no décadas.
La Comisión Europea ha establecido una serie de condiciones que deben cumplir Kyiv y Chisinau. Las negociaciones de adhesión a la UE se dividen en 35 capítulos y se agrupan en seis grupos principales. Ambos países deberán abrirse camino a través de la implementación de las reformas necesarias. Ambos países requieren una urgente reforma judicial y abordar la corrupción.
En este ámbito, la presidencia checa de la UE podría liderar los esfuerzos de la UE para navegar por Ucrania y Moldavia a través del proceso de implementación. Praga también deberá asegurarse de que el apoyo político a los nuevos países candidatos no disminuya rápidamente. La Unión no puede permitir que los dos países permanezcan fuera de la UE durante décadas mientras están sujetos al proceso de adhesión.
El estatus de candidato le da al pueblo ucraniano la esperanza de un futuro libre y democrático, así como una fuerte señal política para la plena integración con Occidente y la UE. También brinda la oportunidad de impulsar el apoyo financiero, político y militar para derrotar a Rusia, gestionar la reconstrucción de la posguerra y llevar a cabo las reformas necesarias. Todo tipo de negociaciones estancadas presentes”fatiga de agrandamiento”, lo que impide el impulso político para impulsar una mayor implementación de reformas desafiantes en los países candidatos.
Esto también se relaciona con las conclusiones del Consejo Europeo sobre las solicitudes de membresía de Ucrania y Moldavia, que sugieren una cláusula de escape para la UE en caso de que los cambios institucionales no sean suficientes. “El avance de cada país hacia la Unión Europea dependerá de sus propios méritos… tomando en consideración la capacidad de la UE para absorber nuevos miembros.”
La estipulación que sugiere una posible exclusión de la UE para incluir nuevos miembros sigue siendo muy poco clara en cuanto a cómo se medirá y decidirá objetivamente el progreso. En este sentido, la UE necesita repensar rápidamente su enfoque de su política de ampliación y la República Checa podría asumir este impulso. La presidencia facilitará debates más amplios sobre los pasos concretos que la UE podría ofrecer a los países candidatos hacia una integración más profunda.
Desde hace algún tiempo, Praga ha sido un apoyo confiable para la integración de los países de los Balcanes Occidentales en la UE. Antes de su presidencia, la República Checa afirmó incluir este tema en su agenda. No obstante, los Balcanes Occidentales no fueron mencionados durante la revelación de las prioridades del gobierno checo, lo que confirma una desconexión entre la retórica y la política.
Si bien es evidente que la ayuda financiera, política y militar inmediata a Ucrania es la máxima prioridad en el futuro, el statu quo geopolítico es inverosímil. En este sentido, el enfoque de la UE hacia su política de ampliación necesita un serio replanteamiento de su proceso de adhesión.