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Miles de policías y manifestantes antirracistas se reunieron en las calles de toda Gran Bretaña el miércoles (7 de agosto) para desafiar a los esperados grupos de extrema derecha que no se materializaron después de más de una semana de violentos ataques racistas contra musulmanes e inmigrantes.
Gran Bretaña se ha visto afectada por una serie de disturbios que estallaron a principios de la semana pasada después de que tres jóvenes fueran asesinadas en un ataque con cuchillo en Southport, al noroeste de Inglaterra, lo que desencadenó una ola de mensajes falsos en línea que identificaron erróneamente al presunto asesino como un migrante islamista.
Las publicaciones en línea habían dicho que los manifestantes de extrema derecha y antimusulmanes atacarían una lista de centros de inmigración, centros de apoyo a migrantes y bufetes de abogados especializados el miércoles, lo que llevó a muchos negocios a cerrar temprano y a algunas tiendas a tapiar sus ventanas.
Los informes provocaron el despliegue de miles de agentes de policía y multitudes de manifestantes se congregaron en pueblos y ciudades como Londres, Bristol, Birmingham, Liverpool y Hastings, sosteniendo pancartas que decían “Lucha contra el racismo”, “Detengamos a la extrema derecha” y “Cambiaremos racistas por refugiados”.
Los manifestantes estaban compuestos por un conjunto diverso de musulmanes, grupos antirracistas y antifascistas, sindicalistas, organizaciones de izquierda y lugareños consternados por los disturbios que habían azotado al país.
A las 21.00 horas (20.00 GMT) no se había informado de ningún desórden grave. La policía dijo que unas 50 personas en Croydon, al sur de Londres, habían lanzado botellas y estaban tratando de causar disturbios.
Stetson Matthew, un recolector de residuos de 64 años que se unió a miles de manifestantes en Walthamstow, al noreste de Londres, dijo que la gente tenía derecho a protestar, pero que los ataques a las minorías étnicas habían puesto al país en alerta.
“Todos tienen derecho a hacer lo que tengan que hacer, pero lo que deben hacer es expresar su voz de manera pacífica, amistosa, sin estrés ni violencia”, dijo.
Una mujer que se unió a una contraprotesta en Hastings, sureste de Inglaterra, dijo que se sintió aliviada de ver una gran participación.
“Sentí que tenía que estar aquí esta noche para posicionarme, y es mucho más fácil para mí venir como mujer blanca que para algunas de mis amigas no blancas, así que estoy aquí en solidaridad”, dijo Lucy, una cultivadora de flores de 37 años, que se negó a dar su apellido.
‘Detengan los barcos’
La semana pasada estallaron disturbios cuando grupos de unos cientos de personas, en su mayoría hombres, se enfrentaron con la policía y destrozaron ventanas de hoteles que albergaban a solicitantes de asilo de África, Asia y Oriente Medio, coreando “sáquenlos” y “detengan los barcos”, una referencia a los que llegan a Gran Bretaña en pequeños botes sin permiso.
También han atacado mezquitas con piedras, lo que ha llevado a organizaciones musulmanas a emitir consejos de seguridad comunitaria.
El primer ministro Keir Starmer, ex fiscal jefe que enfrenta su primera crisis desde que ganó las elecciones del 4 de julio, advirtió a los alborotadores que enfrentarían largas penas de cárcel mientras busca acabar con el peor brote de violencia en Gran Bretaña en 13 años.
Un hombre de 58 años fue condenado el miércoles a tres años de prisión por desorden violento, mientras que otros dos, de 41 y 29 años, fueron condenados a 20 y 30 meses, respectivamente.
«Esta es la acción rápida que estamos tomando. Si provocas un desorden violento en nuestras calles o en línea, enfrentarás todo el peso de la ley», dijo Starmer.
La migración a Gran Bretaña fue un factor importante en su votación de 2016 para abandonar la Unión Europea y fue un campo de batalla durante las elecciones del mes pasado, en las que el Partido Reformista de Nigel Farage obtuvo alrededor de 4 millones de votos gracias a sus pedidos de controles fronterizos más estrictos.
Gran Bretaña registró niveles récord de migración neta en 2022, con cifras impulsadas por quienes llegaron desde Ucrania y Hong Kong, y mediante visas de trabajo y de estudiante.
La migración neta por medios legales fue de unas 685.000 personas en 2023, mientras que 29.000 personas llegaron en pequeñas embarcaciones a través del Canal, muchas de ellas huyendo de zonas de guerra. Los cánticos de extrema derecha de “detener los barcos” también fueron un lema del Partido Conservador antes de que fuera barrido del poder después de 14 años en las elecciones.
El gobierno ha creado un llamado “ejército permanente” de 6.000 agentes de policía especializados para responder a cualquier violencia.
El Consejo de Jefes de la Policía Nacional dijo que más de 120 personas fueron acusadas y se realizaron 428 arrestos en relación con el desorden.
