El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, se reunió con Assimi Goïta, el líder interino de Malí, durante su visita a Bamako el martes, durante un viaje diplomático que generó preocupación sobre el papel de seguridad de los combatientes rusos en la nación del Sahel y la apuesta de Moscú por una mayor influencia en el continente africano.
“Estamos satisfaciendo de manera confiable las necesidades de Malí para garantizar su capacidad de seguridad y defensa”, dijo Lavrov. “Con nuestro apoyo, los líderes malienses han logrado claros éxitos en la lucha contra el terrorismo. Sin duda continuaremos con esta cooperación”.
El diplomático ruso agregó que sus conversaciones con Goïta retomaron los temas que discutió con el ministro de Relaciones Exteriores de Malí, Abdoulaye Diop. Esos temas incluyeron entrenamiento militar y técnico, planes económicos para el comercio y la inversión, proyectos culturales y humanitarios, y coordinación con las Naciones Unidas y otros esfuerzos de grupos internacionales.
“En las Naciones Unidas, defenderemos con firmeza el principio fundamental de la igualdad soberana de los estados y nos opondremos a los intentos cada vez más frecuentes de devolver el colonialismo a la comunidad internacional”, dijo Lavrov, quien con frecuencia ha defendido reformas que conducen a un papel más amplio de los países africanos. naciones en el escenario global, incluso en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Por su parte, Goïta elogió la “sincera colaboración” de Malí con Rusia y la defensa de sus intereses comunes.
La bienvenida de Malí a los combatientes del Grupo Wagner de Rusia se ha encontrado con el rechazo de los líderes occidentales que imponen sanciones cada vez mayores al grupo militar privado activo en varios estados africanos.
Los acontecimientos políticos en Mali bajo Goïta llevaron a la retirada de una coalición de defensa internacional encabezada por Francia, incluida la presencia de tropas europeas y de varias naciones africanas.
Imagen: Malí MFA