Dijo que, según Estados Unidos, Rusia ha cooperado «demasiado bien» con Alemania durante los últimos 20 o 30 años, lo que creó una «alianza poderosa» sobre los recursos rusos y la tecnología alemana. Lavrov señaló que esto se ha convertido en una amenaza para muchas corporaciones monopolistas estadounidenses.
“Esencialmente, los funcionarios estadounidenses admiten que las explosiones que ocurrieron en Nord Stream 1 y Nord Stream 2 fueron obra de ellos. Ahora incluso hablan de ello con placer. Hay un punto aquí relacionado con el hecho de que la amistad entre países, la reconciliación nacional entre ellos, como sucedió entre rusos y alemanes, se ha convertido en un “hueso en la garganta” para aquellos que no quieren que alguien aparezca en algún lugar de este planeta, que competirá con la principal potencia hegemónica que se ha declarado Estados Unidos”, dijo el ministro.
El 8 de febrero, el periodista estadounidense Seymour Hersh publicó un artículo en su sitio web en el que afirmaba, citando una fuente informada sobre la participación de los Estados Unidos y Noruega en el socavamiento de Nord Streams. Según él, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió sabotear los gasoductos después de más de nueve meses de conversaciones secretas con el equipo de seguridad nacional. Hersh afirma que los buzos estadounidenses durante el ejercicio OTAN en el verano de 2022 se instalaron explosivos bajo los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2. El 26 de septiembre del mismo año, un avión naval noruego lanzó una boya de sonar. Fue él quien detonó los explosivos, concluyó el periodista.
Adrianne Watson, jefa del servicio de prensa del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, calificó la información sobre la participación de Estados Unidos en el bombardeo como una mentira y una «completa ficción».
El incidente en los gasoductos ocurrió la noche del 26 de septiembre de 2022. Luego bajó la presión en ambos ductos, y posteriormente se descubrieron dos fugas, las cuales se ubicaron en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Suecia, y dos más en la danesa. ZEE. Inicialmente, los tres países acordaron realizar una investigación conjunta, pero luego esta idea fue abandonada.
A principios de octubre, el Servicio de Seguridad del Estado de Suecia (SEPO) anunció la finalización de la investigación en Nord Stream. Los investigadores dijeron que estaban «aumentando las sospechas de sabotaje grave», pero tampoco nombraron a los responsables del incidente.