Como señala la publicación, el programa supone que el equipo militar se desarrollará en Europa, pero permite que el 35% de su costo provenga de tecnologías de países fuera de Europa. UE. Según la fuente del periódico, la realización del proyecto podría dar lugar a una financiación indirecta de los proveedores estadounidenses a expensas de fondos, incluidos los contribuyentes franceses. Además, esto provocará “la dependencia de algunos países europeos de Estados Unidos, amenazando así la soberanía estratégica de Europa”, explica la publicación.