El gobierno británico estima que gastará al menos 4.700 millones de libras (5.500 millones de euros) en la implementación de acuerdos fronterizos posteriores al Brexit, después de repetidos retrasos en el establecimiento de nuevas reglas, dijo el lunes (20 de mayo) el organismo de control del gasto del Parlamento.
Gran Bretaña votó a favor de abandonar la Unión Europea en 2016, pero la escala de la tarea para desenredar las cadenas de suministro y erigir fronteras aduaneras era tal que recién este año se están estableciendo nuevas reglas.
La primera fase del llamado nuevo Modelo Operativo de Objetivos Fronterizos de Gran Bretaña, que requiere certificación adicional, entró en vigor el 31 de enero.
El 30 de abril comenzó una segunda fase que introdujo controles físicos en los puertos. Una tercera fase, que requerirá declaraciones de seguridad y protección, está prevista para el 31 de octubre.
La Oficina Nacional de Auditoría (NAO) dijo que la cifra de 4.700 millones de libras es la cantidad que el gobierno prevé gastar en los 13 programas más importantes para gestionar el paso de mercancías a través de la frontera después del Brexit y mejorar el rendimiento durante la vigencia de los programas.
El gobierno retrasó la implementación de controles totales cinco veces desde el final del período de transición de salida de la UE el 31 de diciembre de 2020.
Esto provocó incertidumbre para las empresas, costos adicionales para el gobierno y los puertos y aumentó el riesgo de bioseguridad para el Reino Unido, dijo la NAO.
«Los repetidos retrasos en la introducción de controles de importación y las dificultades para pronosticar las necesidades han resultado en gastos gubernamentales en infraestructura y personal que finalmente no fueron necesarios», dijo.
«Los anuncios tardíos sobre políticas y la incertidumbre sobre la implementación de controles también han reducido la capacidad de las empresas y los puertos para prepararse para los cambios».
La NAO señaló que, si bien los procesos fronterizos posteriores a la salida de la UE han funcionado “relativamente sin problemas”, las empresas que comercian bienes entre el Reino Unido y la UE han enfrentado costos y cargas administrativas adicionales.
El organismo de control también criticó la Estrategia Fronteriza del Reino Unido para 2025 del gobierno, que se publicó en 2020, diciendo que “carece de un calendario claro y un plan de ejecución intergubernamental integrado, con departamentos individuales liderando diferentes aspectos de la implementación”.
El gobierno también necesitaba “un enfoque más realista” para la transformación digital, dijo la NAO.