En Bulgaria, el apoyo a la membresía en la OTAN se ha disparado desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, con una aprobación que aumentó del 28% al 40% en los últimos siete años, según una encuesta reciente, que también apunta a un creciente apoyo a la UE y una disminución del apoyo a Rusia.
Estos son los resultados de una encuesta representativa a nivel nacional realizada por la Agencia de Investigación Alpha para la Fundación de Investigación Humanitaria y Social.
Según el 49% de los encuestados, Bulgaria ha ganado más de lo que ha perdido con su pertenencia a la OTAN, mientras que el 29% piensa lo contrario. La diferencia entre ambas posiciones ha pasado de cinco a veinte puntos en seis años.
“Una de las barreras más serias contra la influencia de las inspiraciones antieuropeas es pensar en la alternativa ‘Bulgaria fuera de la UE’. La conciencia del posible daño al país en tal escenario disuade a la opinión pública general de repensar nuestras opciones geopolíticas”, escriben los autores del estudio.
Al mismo tiempo, en Bulgaria la aprobación de Rusia y del presidente Vladimir Putin ha caído significativamente.
La imagen de Rusia en Bulgaria ha sufrido mucho a raíz de la invasión de Ucrania. Si bien las actitudes positivas hacia Rusia alcanzaron su punto máximo en 2018 (60,1%), solo el 31,8% de los búlgaros siguen simpatizando con Rusia en 2024. Estos son niveles todavía altos en comparación con los de la UE, pero la tendencia a la baja en el apoyo es evidente.
En 2024, el 33,7% de los búlgaros tiene una visión negativa de Rusia, en comparación con solo el 8,2% en 2018.
La imagen de Putin en Bulgaria también se ha visto muy afectada: en 2018, el porcentaje de los búlgaros que la aprecian es del 45,2%, mientras que este año el 49,5% de los búlgaros tiene una opinión negativa de Putin.
El estudio de Alpha Research también señala que Bulgaria es un “eslabón débil” entre los países de Europa del Este, citando la postura pro-Kremlin de ciertos políticos, mientras que los actuales ataques híbridos de Rusia también están alimentando la retórica antioccidental y conduciendo a “nuevos focos de polarización y potencial conflicto en la sociedad”, escriben los autores del estudio.
Mientras tanto, las actitudes búlgaras son descritas como híbridas, pro-europeas “en principio” pero con fuertes simpatías históricas y nostálgicas hacia Rusia.
Sin embargo, la encuesta muestra que Bulgaria tiene una sólida mayoría pro democracia comprometida con la pertenencia a la UE. En general, dos tercios de los búlgaros quieren vivir en un país con una democracia de estilo occidental, mientras que un tercio prefiere vivir en un país gobernado por algún tipo de dictadura: un régimen autoritario, un país comunista o un gobierno militar, según el estudio.
El mayor apoyo a la democracia liberal lo tienen los habitantes de la capital, Sofía, donde el nivel de vida es más alto (81%). También hay un fuerte apoyo entre los habitantes de los centros regionales más grandes (73%). Al mismo tiempo, la democracia occidental solo cuenta con el apoyo del 55% en las ciudades más pequeñas.
“Cuantos más grupos sociales insatisfechos haya en una sociedad, tanto a nivel personal como social, mayor será el riesgo de que los distintos partidos y movimientos populistas avancen. Dado que una de sus principales herramientas para movilizar apoyos es la construcción de una amenaza externa, la UE es uno de los blancos fáciles para acumular dividendos electorales”, afirma el estudio.
Los datos para 2024 muestran que el 61% apoya la pertenencia europea y la membresía en la UE de Bulgaria, mientras que solo el 16% la desaprueba.
Se ha producido un aumento en todos los indicadores de pertenencia europea de los búlgaros en comparación con 2023 debido a la guerra en Ucrania, lo que ha ayudado a muchos ciudadanos búlgaros a darse cuenta del posible daño de abandonar la UE.
La percepción que la mayoría de los búlgaros tiene de la UE difiere del cuadro apocalíptico de su decadencia y regresión pintado por la propaganda pro-Kremlin.
“Sus valores extremos en los primeros meses de la invasión rusa de Ucrania han logrado radicalizar las posiciones de algunos círculos, pero también han animado a otros a plantearse una hipótesis hasta ahora poco realista: ¿qué ocurriría si Bulgaria se aislara de la UE y del mundo occidental? Para la gran mayoría de los ciudadanos búlgaros, semejante escenario es absolutamente inaceptable”, se afirma en el análisis del estudio.
Al mismo tiempo, los autores critican la pasividad de los partidos y políticos prooccidentales, que se explica por su intento de ganar votos adicionales del electorado prorruso.
(Krassen Nikolov | Euractiv.bg)