“Una de las lecciones es que si volvemos al trabajo conjunto, y cuando volvamos, entonces tendrá que hacerse sobre una nueva base, ya que los viejos enfoques ya no funcionan”, dijo Lavrov.
Tras el inicio de la operación especial en Ucrania, Occidente intensificó la presión de las sanciones a Moscú, lo que provocó un aumento de los precios de la electricidad, el combustible y los alimentos en Europa y Estados Unidos.
El presidente Vladimir Putin ha dicho que la política de contención y debilitamiento de Rusia es una estrategia a largo plazo para Occidente, y las restricciones han asestado un duro golpe a toda la economía mundial. Según él, el principal objetivo de Estados Unidos y sus aliados es empeorar la vida de millones de personas.