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Los españoles bloquean a la extrema derecha como los catalanes, los vascos son clave para el gobierno progresista

Los votantes españoles cerraron la puerta al partido de extrema derecha Vox en las elecciones del domingo y, a pesar de la victoria del Partido Popular, de centro derecha, un bloque progresista del Partido Socialista y la plataforma Sumar podría formar un nuevo gobierno, si logran obtener el apoyo de los partidos independentistas vasco y catalán.

La posibilidad de una coalición de gobierno de derecha entre el Partido Popular, ganador de las elecciones con 136 escaños, y Vox con 33 escaños, se desvaneció al quedarse cortos 7 escaños de los 176 necesarios para la mayoría absoluta.

PSOE y Sumar lograron juntos 153 escaños, lejos de la mayoría absoluta en un Parlamento de 350 escaños, pero confían en recibir el apoyo de los partidos nacionalistas vascos PNV y EH-Bildu, así como del independentismo catalán Esquerra Republicana de Cataluña (ERC)que ya facilitó la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno en 2019.

A diferencia de 2019, los independentistas catalanes Junts per Catalunya (Juntos por Cataluña) y sus 7 escaños también son esenciales para garantizar un gobierno estable, pero conseguir su apoyo será una misión complicada para los socialistas, ya que están dispuestos a exigir un referéndum de independencia.

‘No haremos presidente a Pedro Sánchez a cambio de nada. Nuestra prioridad es Cataluña, no la gobernabilidad del Estado español, no nos vamos a mover ni un milímetro’, dijo la candidata líder de Junts per Catalunya, Miriam Nogueras, en una rueda de prensa posterior a los resultados electorales.

‘Pedro Sánchez tiene muchas deudas pendientes con Cataluña y no les debemos nada’, ha añadido.

PSOE y Sumar iniciarán negociaciones de coalición

“Españoles, camaradas. Somos más, muchos más los que queremos que España salga adelante, y lo seguiremos haciendo”, ha subrayado Sánchez en un improvisado discurso ante la sede del PSOE en Madrid.

“Había mucha gente preocupada y hoy dormirán más tranquilas”, dijo Yolanda Díaz, líder de Sumar.

Díaz dio por sentada la victoria del bloque progresista y anunció que a partir del lunes 24 de julio iniciará conversaciones con todas las fuerzas progresistas para “garantizar el gobierno de España”.

Pero a pesar del resonante optimismo de la izquierda, es muy probable que se produzca un estancamiento político y nuevas elecciones, ya que los catalanes exigirán un referéndum de independencia, algo que los socialistas no están dispuestos a ofrecer. Además de eso, los socialistas han arrebatado la mitad de los votos a los partidos nacionalistas, y apoyar un gobierno liderado por socialistas sin un referéndum a cambio dañaría aún más el apoyo.

Aunque casi todas las encuestas auguran una victoria arrolladora del PP, encabezado por Alberto Núñez Feijóo, la ventaja del partido conservador sobre el PSOE (122 escaños) es de 14 escaños, mucho menor de lo esperado.

La amarga victoria de Feijóo

Fue una amarga victoria y una derrota para las aspiraciones del PP, cuyo objetivo en estas elecciones anticipadas no era solo ganar, objetivo que logró en gran medida, sino “desplazar” al presidente del Gobierno en funciones y líder socialista Pedro Sánchez y desterrar el “sanchismo”, en opinión del PP la forma “personalista” de gobernar del líder del PSOE.

Mientras que Sumar y el PSOE iniciarán mañana las conversaciones de coalición, el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que “como candidato del partido más votado, creo que mi deber es liderar ese diálogo e intentar gobernar nuestro país”, llamando además a socialistas y Sumar a no “bloquear España” y dejar gobernar al partido más votado.

El PP sólo puede entrar en el Gobierno si PSOE o Sumar se abstienen o votan a favor de la investidura de Feijóo como presidente del Gobierno, algo que ha sido descartado por ambos partidos.

Al mismo tiempo, sin embargo, el PP ha logrado la mayoría absoluta en la Cámara alta de España, el Senado, lo que le otorga al partido la oportunidad de obstaculizar la agenda legislativa de un posible gobierno progresista.

Además de la victoria agridulce del PP, la noche estuvo marcada por una fuerte pérdida de 19 escaños para Vox (ECR) respecto a las elecciones de 2019, certificando la muerte de un Gobierno de derechas en el que PP y Vox no suman la mayoría necesaria, incluso con la sustancial subida de 47 escaños del PP.

El candidato de Vox, Santiago Abascal, culpó a Feijóo de la ‘desmovilización’ de los votantes de derecha en medio de su falta de participación en los debates clave y le acusó de socavar una posible coalición de derecha al ‘blanquear’ a los socialistas y pedirles que se abstuvieran para que el PP entrara en el Gobierno sin necesidad del apoyo de Vox.

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Written by PyE

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