El recomendación desde el Industria, Investigación, Energíay El comercio internacional comisiones fue adoptado por 560 votos contra 43 y 27 abstenciones. Se necesita la aprobación del Parlamento para que el Consejo pueda adoptar ahora la decisión por mayoría cualificada.
El Tratado sobre la Carta de la Energía (TCE), establecido en 1994 para regular el comercio y la inversión en el sector energético, se ha vuelto controvertido. El Parlamento Europeo también ha Expresó la necesidad de salir de la UE. en una resolución adoptada en 2022.
Citas
Relator del Comité de Comercio Anna Cavazzini (Verdes/ALE, DE) afirmó: “La votación de hoy es un paso importante en la dirección correcta. La UE finalmente se retira del Tratado sobre la Carta de la Energía, hostil al clima. En vista de la crisis climática, la UE debe convertirse lo antes posible en un continente climáticamente neutro. Finalmente, el tratado sobre los dinosaurios fósiles ya no obstaculiza una protección climática coherente, ya que ya no tenemos que temer demandas corporativas que exijan miles de millones de euros en compensaciones presentadas ante tribunales de arbitraje privados”.
Ponente de la Comisión de Industria, Investigación y Energía Marc Botenga (La Izquierda, BE), dijo: “El Tratado sobre la Carta de la Energía permite a las multinacionales de combustibles fósiles demandar a los Estados y a la Unión Europea si las políticas climáticas afectan sus ganancias. En medio de una crisis climática, esto es una contradicción, además de ser muy costoso para los contribuyentes. Junto a la sociedad civil, se ha creado un movimiento importante para salir de este tratado y me alegra ver que hoy está dando frutos. Ahora es necesario acelerar el ritmo de las inversiones públicas en energías renovables”.
Fondo
El Tratado sobre la Carta de la Energía (TCE), un acuerdo multilateral centrado en el sector energético, se estableció en 1994 para facilitar la cooperación internacional y proporcionar un marco para la protección de las inversiones, el comercio y la resolución de disputas dentro del campo energético. Sin embargo, se ha mantenido prácticamente sin cambios desde la década de 1990, quedando obsoleto y convirtiéndose en uno de los tratados de inversión más litigiosos a nivel mundial. La Comisión propuso una retirada coordinada por la Unión Europea y sus estados miembros, ya que considera que el Tratado ya no es compatible con los objetivos climáticos de la UE bajo el Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de París, principalmente debido a las preocupaciones sobre las continuas inversiones en combustibles fósiles.