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Musk ha mostrado el mayor apoyo a Trump, gastando 277 millones de dólares para ayudarlo a él y a otros republicanos a ganar las elecciones de noviembre, mientras transformaba su plataforma X en un amplificador de las voces pro-Trump.
Bezos, al igual que Zuckerberg y sus pares, visitó la propiedad de Trump en Mar-a-Lago en Florida antes de la toma de posesión, con un trato favorable, contratos gubernamentales y un escrutinio regulatorio reducido para Amazon en juego.
Como propietario de The Washington Post, Bezos generó controversia al bloquear el respaldo previsto por el periódico a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris para las elecciones presidenciales de 2024, lo que provocó protestas en las redacciones y cancelaciones de suscriptores.
Musk ha sido nombrado líder del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental para asesorar a la Casa Blanca sobre recortes al gasto público y ha pasado gran parte de los últimos dos meses en Mar-a-Lago.
«ACCESO DE PAGO»
Si bien SpaceX de Musk ya es un importante contratista gubernamental, la división de computación en la nube AWS de Amazon y Google también cuentan con el gobierno de Estados Unidos entre sus mayores clientes.
Google, Meta, Apple y Amazon también están luchando contra demandas antimonopolio históricas del gobierno de Estados Unidos.
«Estas son personas muy ricas que básicamente han pagado por el acceso, que es algo que harían en cualquier próxima administración, incluso si todos reconocemos que Trump es muy transaccional», dijo Andrew Selepak, profesor de medios de la Universidad de Florida.
«Se están asegurando de que quede muy claro que sus caras, sus nombres y especialmente su dinero están aquí», añadió.
