Los jueces están enviando a los partidarios de Trump que atacaron el Capitolio a la cárcel, ya que no los conmueven sus demostraciones de lágrimas.
Los jueces están escuchando expresiones de remordimiento entre lágrimas, y una letanía de excusas, de los alborotadores que pagan un precio por unirse a la insurrección del 6 de enero, incluso mientras otros intentan restar importancia al ataque mortal a un asiento de la democracia estadounidense.
La investigación del Departamento de Justicia sobre los disturbios ahora ha entrado en la fase de castigo. Hasta ahora, 71 personas han sido condenadas por delitos relacionados con disturbios.
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Cincuenta y seis de los 71 se declararon culpables de un delito menor de desfilar, manifestarse o hacer piquetes en un edificio del Capitolio. La mayoría de ellos fueron sentenciados a confinamiento domiciliario o penas de cárcel medidas en semanas o meses, según un recuento de Associated Press de cada sentencia. Pero los alborotadores que agredieron a los agentes de policía llevan años tras las rejas.
Los terroristas de Trump no merecen ninguna simpatía
Las mismas personas que llamaron copos de nieve a sus compatriotas estadounidenses durante la administración Trump ahora lloriquean ante un juez. Los terroristas de Trump no lloran porque se arrepientan sinceramente de lo que hicieron.
Los insurrectos lloran porque se les hace responsables de los crímenes que cometieron.
Durante años, Donald Trump y Fox News les dijeron que eran especiales. Los partidarios de Trump tenían derecho a comportarse de la manera que quisieran porque Donald Trump los respaldaba.
Resulta que Trump y Fox News nunca estuvieron de espaldas, y cuando atacaron el Capitolio por Donald Trump el 6 de enero, estaban colgados para secarse.
Nadie debería comprar sus lágrimas. Nadie debería sentir simpatía por ellos.
Cada persona que violó la ley en 1/6 tomó la decisión de hacerlo, y las decisiones tienen consecuencias que, en este caso, incluyen antecedentes penales y tiempo en la cárcel.
El Sr. Easley es el editor gerente. También es un grupo de prensa de la Casa Blanca y corresponsal del Congreso para PoliticusUSA. Jason tiene una licenciatura en ciencias políticas. Su trabajo de posgrado se centró en políticas públicas, con especialización en movimientos de reforma social.
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Miembro de la Sociedad de Periodistas Profesionales y de la Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas