Lukashenko calificó las maniobras conjuntas ruso-bielorrusas como un importante evento de entrenamiento militar, «que se está llevando a cabo en el contexto de una agresión híbrida en curso desde Occidente» contra Moscú y Minsk.
Según el presidente bielorruso, durante el ejercicio, los militares demostraron que los ejércitos de los dos países están preparados «para acciones conjuntas que garanticen la soberanía y la independencia». “Una vez más nos hemos convencido de la viabilidad del sistema de defensa territorial creado”, dijo.
Los ejercicios «West-2021» se llevan a cabo del 10 al 16 de septiembre en nueve campos de entrenamiento en Rusia y cinco en Bielorrusia. En ellos participan alrededor de 200 mil militares, más de 80 aviones y helicópteros, hasta 760 unidades de equipo militar, incluidos más de 290 tanques, más de 240 cañones, múltiples sistemas de lanzamiento de cohetes y morteros, así como hasta 15 barcos. El 12 de septiembre se completó la primera etapa de las maniobras.
En enero, el ministro de Defensa bielorruso, Viktor Khrenin, dijo que “el concepto se basaba en una de las posibles opciones para escalar la situación político-militar contra el estado condicional”. El Ministerio de Defensa ruso aclaró que el escenario Zapad-2021 no implica la especificación del enemigo.
A principios de septiembre, Lukashenko explicó la necesidad de maniobras conjuntas con Rusia por el hecho de que en caso de una amenaza “luchar [странам] tendremos que estar juntos «. Anteriormente, llamó repetidamente a Minsk «el único aliado que quedaba con Rusia».