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Decenas de policías y trabajadores petroleros han sido tomados como rehenes en Colombia y dos personas han muerto después de que los manifestantes allanaran un campo petrolero exigiendo una mejor infraestructura vial.
Los ministros de Defensa, Interior y Transporte del país fueron enviados el viernes a San José de Caguán, en la sureña provincia de Caquetá, donde 79 policías y nueve trabajadores petroleros fueron tomados como rehenes, según el gobierno. Dijo que un oficial de policía y un civil murieron.
Los lugareños han estado protestando esporádicamente y bloqueando carreteras durante 40 días en el campo petrolero, que es propiedad de Emerald Energy, una subsidiaria del enorme grupo químico chino Sinochem, según ACP, la asociación de petróleo y gas de Colombia.
El jueves, las protestas se intensificaron cuando se incendiaron las instalaciones en un campo petrolero mientras los manifestantes se enfrentaban con la policía. Los videos que circulan en las redes sociales parecen mostrar a policías desarmados siendo conducidos en un camión.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ampliamente considerado como el primer líder izquierdista del país en los tiempos modernos, rápidamente condenó el ataque: “Tenemos un movimiento popular, que por su exclusión y la influencia de grupos que quieren destruir este gobierno y subsumir Colombia en la guerra, ha acabado asesinando a un joven policía”.
Desde que asumió el cargo en agosto, petro ha buscado alejar rápidamente a Colombia del petróleo. Una reforma fiscal aprobada en diciembre incluyó la cancelación de un estatuto que permitía a las empresas de petróleo y carbón deducir los pagos de regalías de sus facturas de impuestos y un impuesto extraordinario sobre las ganancias. Su ministro de Minería ha prometido en repetidas ocasiones detener nuevos proyectos de exploración.
“Hacemos un llamado respetuoso al gobierno nacional para que intervenga, restablezca el orden público y también juzgue a los responsables de este hecho criminal”, dijo el jueves Francisco José Lloreda, presidente de la ACP, en un comunicado.
El defensor del pueblo de derechos humanos del país había advertido el mes pasado que las protestas latentes podrían escalar si no se llegaba a una solución entre el gobierno, la empresa y la comunidad.
Los analistas dicen que la postura de Petro hacia la industria extractiva, junto con sus promesas de generosos programas sociales, puede haber envalentonado a las comunidades locales que ahora se rebelan contra las multinacionales.
“Esto es indicativo de una crisis más grande que ha sido provocada en gran parte por la retórica del presidente”, dijo Sergio Guzmán, quien dirige Colombia Risk Analysis, una consultora de riesgo político. “La gente de las zonas rurales ahora se está encargando de obligar a las empresas a mantener sus compromisos sociales o obligarlas a hacer otros nuevos”.
Emerald Energy no respondió a las solicitudes de comentarios. Según su sitio web, la empresa produce 8.000 barriles por día. Colombia produce a nivel nacional alrededor de 750.000 b/d, y el petróleo y la minería representan más de la mitad de las exportaciones de Colombia.
