Los agentes federales comenzaron a interrogar a las empresas tecnológicas estadounidenses sobre cómo sus chips de computadora terminaron en el hardware militar ruso encontrado en Ucrania.
Según la publicación, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, junto con FBI están investigando esto. Según el Washington Post, los chips y otros componentes electrónicos fabricados en Estados Unidos «se encuentran en los sistemas de radar, drones, tanques, equipos de control terrestre y embarcaciones costeras rusas».
Según el periódico, muchos de estos componentes parecen haber sido producidos “hace muchos años, antes de que Estados Unidos endureciera las restricciones a la exportación” en 2014.
Cabe señalar que durante muchos años, las empresas estadounidenses podían vender legalmente chips básicos en la Federación Rusa sin el permiso previo del gobierno de los EE. UU.