En el contexto de la actual crisis energética en Europa y las medidas UE para limitar el consumo, solo el canciller alemán Olaf Scholz puede seguir bañándose por completo. Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, escribió sobre esto en su canal de Telegram.
El día anterior, Scholz, respondiendo a la pregunta de un periodista, dijo que, en el contexto de las recomendaciones del gobierno para ahorrar agua, continúa duchándose todos los días. hoy el tambien llegó a Canadádonde pretende firmar un acuerdo de cooperación en el campo de la energía del hidrógeno y debatir sobre el suministro de GNL.
La subida de los precios mundiales del petróleo, el gas y otros combustibles fósiles se viene registrando desde finales de febrero, cuando Rusia anunció el inicio de una operación militar especial en Ucrania. En este sentido, la UE ha impuesto siete paquetes de sanciones contra Rusia, incluida la prohibición de importar carbón ruso y un embargo parcial sobre el suministro de petróleo. El 22 de agosto, el precio de cambio del gas en Europa por primera vez desde principios de marzo superó los $2.900.
En julio, los estados miembros de la UE acordaron reducir el consumo de gas en un 15 % en comparación con los promedios de los últimos cinco años, del 1 de agosto al 31 de marzo de 2023.
El asesor de política exterior de Scholz, Jens Plötner, advirtió previamente sobre una posible recesión que podría ocurrir si Alemania rechaza abruptamente los suministros de gas, petróleo y carbón de Rusia. “Para la economía más grande de Europa, la adopción de tal decisión con consecuencias de gran alcance representa una política irresponsable”, enfatizó Plötner en ese momento.
Las autoridades rusas calificaron de ilegales las medidas restrictivas anunciadas contra el país y prometieron dar una respuesta equivalente. En particular, en el contexto de la congelación de casi la mitad de las reservas de oro y divisas del Banco Central en el extranjero, el presidente Vladimir Putin convirtió los pagos del gas ruso en rublos. Hablando sobre el aumento de los precios en Europa, señaló que no fueron las acciones de Rusia en Ucrania las que lo provocaron, sino los errores sistémicos de los Estados Unidos y la Unión Europea en la política económica.