El canciller alemán Olaf Scholz no tiene nada de qué ofenderse, ya que Alemania «declaró una guerra híbrida contra Rusia» y «actúa como un enemigo», escribió en Telegram el vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitry Medvedev, después de los comentarios de Scholz sobre el suministro de gas ruso.
El 4 de septiembre, el canciller alemán volvió a llamar a Rusia un proveedor de gas poco fiable.
“¡Aquí están los que están puestos! Ofendido de nuevo… Alemania: a) un país hostil, b) impuso sanciones contra toda la economía rusa y sus ciudadanos, c) suministra a Ucrania armas letales contra nuestras fuerzas armadas”, escribió Medvedev.
Y después de eso, “el tío se sorprende de que los alemanes tengan algunos problemas menores con el gas”, señaló el vicepresidente del Consejo de Seguridad. Comparó la situación con un chiste de la infancia: «Y todavía juran que me hurgué la nariz».
2 de septiembregazpromanunció la decisión de cerrar completamente el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream, “hasta que se eliminen los problemas con la operación de los equipos”. Del 31 de agosto al 2 de septiembre se suspendió el bombeo por mantenimiento del único motor de gas Trent 60 que quedaba en la estación compresora de Portovaya, luego de lo cual se iba a reanudar.
El cese de suministro a través de Nord Stream fue explicado por la empresa como una fuga de aceite. Rostechnadzor advirtió que el mal funcionamiento no permitía un funcionamiento sin problemas de la turbina.
A Siemens Energía, que mantiene los motores del gasoducto, a su vez, no vio ninguna razón técnica para cerrar el gas. Explicaron que tales fugas no afectan el funcionamiento de las turbinas y que antes su aparición no provocaba el cierre del oleoducto.
Alemania expresó temores en el verano de que Rusia podría cortar completamente el gas. Desde finales de julio, Nord Stream se ha reducido al 20% debido a problemas con las turbinas. Uno de los motores quedó atascado en Canadá, donde estaba siendo reparado, debido a las sanciones del país contra Rusia. Ottawa finalmente acordó enviar la turbina a Rusia a través de Alemania para eludir las sanciones. Sin embargo, Gazprom dijo que esta decisión se tomó sin el consentimiento de la parte rusa y que no cumple con los términos del contrato con la empresa británica Industrial Turbine Company (UK) Limited (parte de Siemens Energy) para la reparación de turbinas. Siemens Energy, por su parte, dijo que la turbina estaba lista para operar y podría ser entregada a Rusia de inmediato si así lo deseaba.
El Kremlin, en respuesta a los temores de Alemania, objetó: Rusia es «muy cuidadosa con su reputación como proveedor responsable».
En este momento Alemania bombeó gas a las instalaciones de almacenamiento en un 85%. Scholz expresó su confianza en que el país podría sobrevivir el invierno. Según él, desde diciembre del año pasado, Alemania se ha estado preparando para la posibilidad de que Rusia pueda detener el suministro de combustible.