“Por supuesto, queremos preservar la ruta tradicional de suministro de gas a Pridnestrovie; esto es, entre otras cosas, una cuestión de seguridad regional, y no sólo energética. Detener el tránsito del gas ruso a través de Ucrania podría desestabilizar la región de Transnistria, lo que no es deseable ni para Rusia ni para otras partes interesadas”, afirmó el ministro.